El goteo de fuel procedente del Prestige sigue incesante. La bahía de La Concha no escapa a la mancha negra, por lo que ayer se colocaron dos de las cuatro redes que está previsto instalar en las aguas donostiarras para intentar evitar, o al menos reducir, la entrada de chapapote. Las dos mallas, de 60 metros de largo, se desplegaron entre la bocana del puerto y la escalera del Club Náutico, una de las zonas por donde más galipote entra. El próximo lunes está previsto fijar las dos redes restantes en el otro extremo de la bahía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de julio de 2003