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PANTALLA INTERNACIONAL

Mel Gibson filtra su 'Pasión' de Cristo a los conservadores

El actor intenta evitar acusaciones de antisemita

Mel Gibson, el actor y director conservador y católico, se enfrenta a una cruzada política y religiosa para estrenar su proyecto más personal y conflictivo. Gibson tiene una visión muy tradicional de los evangelios, la vida y la muerte de Jesucristo y ha comprometido 25 millones de sus dólares en plasmar sus ideas en La pasión. Un filme rodado en Italia, con diálogos en arameo y latín y cuyo estreno está previsto para marzo de 2004 con Jesús interpretado por James Caviezel y María Magdalena por la explosiva italiana Mónica Bellucci. Poderosos grupos judíos y católicos norteamericanos han criticado lo que consideran una versión "antisemita" de las últimas 12 horas de Cristo. El director ha iniciado una campaña secreta para mostrar su proyecto a grupos cercanos al poder conservador y así sortear presiones.

Gibson está ahora de gira en una promoción privada. El lunes estuvo en Washington, visitó por sorpresa la sede central de los obispos católicos, y el martes en Nueva York. En ambas ciudades, emblemas políticos y económicos, organizó una serie de pases restringidos de La pasión, producida por Icon Entertaiment, de su propiedad, todavía en fase de edición y sin distribución asegurada por la 20th Century Fox.

Gibson convocó a unas docenas de políticos, ejecutivos cinematográficos, periodistas y columnistas cercanos al poder republicano y, en varios casos, miembros del equipo de la Casa Blanca. Y pasó así la película, tras firmar los selectos espectadores un compromiso de confidencialidad.

La polémica con La pasión empezó en primavera tras un reportaje publicado en The New York Times, que incluía una entrevista con el padre del actor, Hutton Gibson, de 84 años, un estudioso de la teología más clásica, que puso en duda el hecho histórico del holocausto judío y descalificó las modernidades del Concilio Vaticano II "como un masónico lugar apoyado por los judíos". El hijo no le ha desautorizado.

De las primeras reacciones de los grupos de presión judíos y de poderosos estamentos católicos se pasó a coacciones descaradas. Hace dos meses, la influyente Liga Antidifamación (ADL), que se encarga de vigilar acciones antisemitas, y la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, encargaron a un grupo de 12 de sus mejores estudiantes un examen de la situación. Tras una lectura del primer guión del filme, ADL redactó un durísimo comunicado asegurando que la película presenta un retrato de los judíos como "sedientos de sangre y hambrientos de dinero, enemigos de Jesús". El director de la liga, Abraham Foxman, escribió a Gibson advirtiéndole de los peligros de recrear viejos recelos. Gibson está orgulloso de su calidad y niega con vehemencia todas las acusaciones. Defiende, como católico devoto, antiabortista y padre de siete hijos, que es "la más grande historia de amor".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 2003