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El jefe de la Seguridad Militar palestina escapa a un atentado

Un cohete antitanque fue lanzado contra su despacho en Gaza, causando trece heridos

Musa Arafat, de 62 años, primo segundo del presidente palestino Yasir Arafat y responsable de la Seguridad Militar, salió ayer indemne de un atentado perpetrado contra él por un supuesto grupo de milicianos radicales que lanzaron un misil antitanque contra su despacho en el centro de Gaza, provocando heridas al menos a trece personas.

Musa Arafat, uno de los personajes más controvertidos y polémicos en los territorios palestinos, recibió hace poco menos de cuatro semanas el encargo de vigilar de cerca las facciones armadas y de hacer respetar el fuego decretado en la Intifada.

El atentado se produjo a última hora de la tarde, cuando unos desconocidos, amparándose en las primeras sombras, lanzaron un cohete antitanque contra el edificio de la Mokata o Serrallo de Gaza, situado en el centro de la ciudad, un abigarrado complejo donde tienen sus sedes los diferentes cuerpos de seguridad, y en el interior del cual se halla, además, una prisión militar. El obús impacto en las dependencias de la Seguridad Militar, muy cerca de la prisión. Alcanzó las oficinas de su responsable y provocó importante daños, causando al menos trece heridos, entre los que se encuentran algunos prisioneros.

El ataque contra Musa Arafat se produce cuatro semanas después de que recibiera directamente de la presidencia palestina la orden de tutelar el alto el fuego decretado por las facciones armadas, vigilar de cerca los elementos díscolos de los grupos fundamentalistas y detener a todos aquellos que quebraran o amenazaran quebrar la tregua. Su misión está coordinada al mismo tiempo por el ministro de la Seguridad Interior, Mohamed Dahlan, y el propio presidente, Yasir Arafat, que mantiene bajo su control personal los servicios de inteligencia palestina.

Musa Arafat es un hombre de misiones difíciles, como lo demostró hace cinco años, cuando el propio presidente palestino le dio orden de desarmar las fuerzas parapoliciales de Al Fatah de Ramala, lo que provocó unos graves incidentes en el centro de la ciudad, en el transcurso de los cuales falleció alcanzado por las balas el niño palestino-español Wasam al Tarifi. Hace menos de dos años, en diciembre de 2001, la presidencia volvió a encargarle otra misión delicada: la de hacer respetar un llamamiento a la tregua en la Intifada ordenado por Yasir Arafat. La tregua no entró en vigor y obligó a la Seguridad Militar a emplearse a fondo, deteniendo incluso a oficiales de la policía palestina, que de manera abierta se colocaron al favor de los transgresores.

Varios atentados

El atentado de ayer contra Musa Arafat no es un hecho aislado. Hace pocas semanas fueron tiroteados los domicilios del ministro de Seguridad Interior, Mohamed Dahlan, y del primer ministro, Abu Mazen, en Gaza. Aunque nadie reivindicó el ataque, los rumores apuntaban a los elementos díscolos de las organizaciones radicales, que anunciaban ya de manera clara su intención de no acatar el alto el fuego, y no aceptar el desarme. Sin embargo, tampoco se descartaba otra posibilidad, que los disparos hubieran sido efectuados por facciones del partido Al Fatah, que respaldan a algunos de los responsables militares depurados por el Gobierno palestino recientemente, tras la llegada del equipo presidido por Abu Mazen y Mohamed Dahlan.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 2003