Más de doce horas de interrogatorio al tránsfuga socialista Eduardo Tamayo en la primera sesión de la comisión de investigación de la trama de Madrid permitieron al PSOE desmontar las principales coartadas del desertor para justificar su fuga. El diputado Modesto Nolla fue recordando las reuniones de la Ejecutiva de la Federación Socialista Madrileña donde se aprobaron las negociaciones con Izquierda Unida para conformar el Gobierno de Madrid. Y Tamayo tuvo que aceptar que había estado en esas reuniones y había votado a favor. También le recordó Nolla que la elaboración de las listas, otro de los reproches del tránsfuga, había sido aprobada por la comisión ejecutiva regional de la FSM, de la que también formó parte Tamayo hasta su expulsión.
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En la comparecencia, el tránsfuga socialista usó argumentos con los que el Partido Popular ha atacado al PSOE en las últimas semanas, como un supuesto acuerdo con la asociación de gestoras de cooperativas (Agecovi) para promover suelo público donde levantar viviendas protegidas o como la radicalidad del partido: "En el PSOE han entrado en los últimos años maoístas y comunistas como Paca Sauquillo o Diego López Garrido, y los socialistas moderados no estamos de acuerdo con el giro extremista que ha dado el partido". IU le preguntó: "¿No le da vergüenza llamar Nuevo Socialismo a un partido nacido de la corrupción?". Tamayo amenazó con una querella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 2003