Ronaldo de Assis Moreira, Ronaldinho, se quedó sentado todo el primer tiempo en el banquillo del estadio de Foxboro. Pelo mojado sujeto por una cinta negra, una gruesa cadena sobre la zamarra, el brasileño sonreía viendo a sus compañeros. En el segundo tiempo los papeles se invirtieron y fueron sus compañeros, y, sobre todo, Rjikaard, su entrenador, los que sonrieron. Y es que el brasileño demostró que su repertorio es muy amplio. Mucho más que el de hacer juegos malabares con la pelota. Sólo tardó 39 segundos en mostrar la primera página de su manual. Un pase interior en profundidad que dejó sólo ante Buffon a Dani. El delantero catalán no llegó a la pelota. Un poco después, el mediapunta se acercó a recoger la pelota con las manos. La colocó con mimo en un punto lejano en unos cinco metros de la frontal del área y desempolvó la rosca para que el balón saliera un poco alto, sobrevolando la escuadra izquierda del Juventud. Al rato, tocaba enseñar su magnífico regate. El jugador se escoró a la banda izquierda y se zafó con sencillez de dos rivales. Después metió el balón en el área para que Cuaresma lanzara fuera. Luego, tocó enseñar a hacer paredes. Dos consecutivas en el centro del campo para plantarse en el área enemiga, una con Luis García y otra con Dani. Después probó el remate. A poco del final lanzó desde la frontal, pero Buffon desvió a córner. Los últimos minutos desapareció, eso sí, ante el empuje del conjunto italiano.
BARCELONA 2 - JUVENTUS 2
Barcelona: Rustu; Puyol, Andersson, Reitziger, Óscar López; Xavi, Gerard; Cuaresma, Luis Enrique, Overmars; y Saviola. También jugaron Luis García, Dani, Ronaldinho, Iniesta, Ros, Valdés y David Sánchez.
Juventus: Buffon; Birindelli, Iuliano, Legrottalie; Zambrotta, Tachinardi, Nedved, Davids; Appiah; Del Piero, Trezeguet. También: Montero, Di Vaio, Pessoto, Ferrara, Conte, Camoranesi, Miccoli, Fresi y Maresca.
Goles: 1-0. M. 27. Saviola, de penalti. 2-0. M. 41. Saviola, de cabeza. 2-1. M. 86. Di Vaio. 2-2. M. 87. Miccoli.
Unas 50.000 personas en el Gillete Stadium de Boston. Venció el Barcelona en la tanda de penaltis (6-5).
Cuaresma, otro debutante, no es Figo. Pero se le parece bastante. Constante en el desborde por la derecha y muy decidido a la hora de disparar.
Además, el Barça ya tiene portero. Aquel turco de larga coleta y bigote que permitió a su selección avanzar peldaños hasta ser eliminada por Brasil en el Mundial de Corea y Japón, ha cambiado de aspecto, pero no ha variado un ápice sus reflejos, su habilidad en el uno contra uno y su magnífica colocación. Ahora, Rustu luce un cabello ondulado en media melena y parece más joven con la cara afeitada. Pero su seguridad es la misma. Lo demostró quitándole el balón a Trezeguet y dejando muerto un tirazo de Del Piero, por ejemplo.
Pero hubo más noticias buenas para el Barcelona. La presión, intensamente ensayada la semana previa por Rijkaard, funcionó a pesar de la forma física aún deficiente de los azulgrana. Un agobio en tres cuartos de cancha que fue el origen del penalti que Legrotaglie cometió sobre Cuaresma. Saviola, por ejemplo, se hartóo de recuperar balones cerca del área. Tampoco desentonó el chaval del filial Óscar López, un lateral izquierdo con bastante recorrido y descarado, que llegó a encararse con Nedved y a lanzar una falta directa, muy potente, ante la mirada de Xavi y Gerard.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2003