Al menos tres iraquíes murieron ayer cuando soldados estadounidenses atacaron una vivienda en el barrio bagdadí de Al Mansur, donde presuntamente se encontraba escondido el ex dictador iraquí Sadam Husein. Fuentes estadounidenses reconocieron que disponían de una información que situaba en la casa al depuesto presidente. Horas antes efectuaron otro ataque en la ciudad de Tikrit tratando de capturar al jefe de la seguridad de Sadam.
En Bagdad, soldados de la cuarta división sellaron la zona donde se encontraba la vivienda asaltada. El ataque fue efectuado por miembros de la Task Force 20, la unidad de élite encargada de dar caza al ex mandatario y que ya encontró y mató a los dos hijos de Sadam, Uday y Qusay, la pasada semana en Mosul. Un militar confírmó que había al menos ocho heridos, pero no especificó si eran militares y civiles.
Desde Washington, el secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz, se mostró ayer convencido de que las tropas de EE UU encontrarán a Sadam Husein, pero rechazó poner plazos a su localización y captura. "Vamos a perseguirlo hasta que lo atrapemos, y es un error poner plazos en estas cosas", dijo a la cadena NBC.
En la misma operación de busca y captura, las fuerzas especiales penetraron ayer en una vivienda de la localidad natal de Sadam, Tikrit, donde según una información de un confidente se escondía el nuevo jefe de la seguridad del ex dictador, aunque sin resultado positivo.
Casi al mismo tiempo, un soldado norteamericano resultaba muerto y otro herido en Al Haswah, 30 kilómetros al sur de Bagdad, en un ataque con una granada, lo que elevó el número de militares de EE UU fallecidos en menos de 24 horas a cinco. En Kerbala, unos 80 kilómetros al sur de Bagdad, un civil iraquí resultaba muerto y otros tres heridos por disparos del Ejército de EE UU, en una manifestación en protesta por el lanzamiento, el sábado pasado, de una granada fumigadora en ciertos lugares santos.
Por otra parte, los cadáveres de Uday y Qusay Husein, hijos varones del derrocado presidente iraquí Sadam Husein, serán entregados a los representantes de su tribu, Al Tikriti, según portavoces estadounidenses. "Diversos líderes religiosos árabes nos han recomendado que se permita que los cuerpos de Uday y Qusay sean enterrados conforme a la ley islámica", dijeron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2003