Soy sacerdote de la diócesis de Madrid desde hace apenas dos años, y con frecuencia leo las opiniones vertidas por los articulistas de su periódico. Me han sorprendido especialmente las de J. Mª Ruiz Soroa en su artículo titulado La religión ataca de nuevo, publicado el miércoles 23 de julio de 2003. Mi experiencia contradice las tesis de este eminente abogado. La religión, vivida en el seno de la Iglesia católica, tal y como yo la he experimentado, no es una reliquia del pasado. La fe sigue siendo algo real en nuestro mundo de hoy; y Cristo es una presencia clara para los que no dejamos de sorprendernos de su entrega contemporánea por el hombre de hoy.
Esto no es un gran relato literario necesario para trasmitir unos valores a los jóvenes -como quien cuenta una fábula a un niño para tenerlo sujeto-, sino una relación real que no ha dejado de cautivar a los jóvenes del siglo XXI como cautivó a los del siglo I. Yo le invito, querido abogado, a que compruebe conmigo si es no verdad lo que le expreso en estas breves líneas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2003