Rescatar las relaciones históricas entre Valencia y Austria es uno de los objetivos en la estrategia cultural del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Lo mencionó al concluir ayer en la capital austriaca sus citas con los representantes de la Cámara de Economía Austríaca y del Bank Austria, la entidad de mayor presencia en los países de la ampliación europea.
En Viena, Camps y su delegación plantearon los proyectos de cooperación cultural al embajador de España, Raimundo Pérez Hernández, y al director del Instituto Cervantes, Francisco Ferrero. Las perspectivas son buenas para conmemorar en el 2006 los 300 años de la jura de los Fueros de Valencia por el archiduque Carlos de Habsburgo, quien tras su derrota en la Guerra de la Sucesión regresó a Austria. Aquel que fue Carlos III de España pasó a la historia, a ojos de los austríacos, como Carlos VI, emperador nostálgico de la tierra ibérica perdida, pero también como el primer monarca de Habsburgo que autorizó la sucesión de la corona a una mujer, su hija, María Teresa, madre de María Antonieta, reina de Francia que acabó en la guillotina. Otro personaje que el presidente de la Generalitat quiere recuperar en colaboración con Austria es el compositor Vicent Martín i Soler (1754-1806). "Es un perfecto desconocido y si no hay alguien tirando de la cuerda, puede pasar al olvido", dijo Camps refiriéndose al músico que en el siglo XVIII alcanzó tal éxito en Viena que atrajo más público a su ópera Una cosa rara que Mozart a sus Bodas de Fígaro. Ambos compositores trabajaban a gusto con el libretista italiano Lorenzo da Ponte. Pero a diferencia de Mozart, transcurrió mucho tiempo antes de que alguien se acordara de Martín i Soler, fallecido en San Petersburgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de julio de 2003