Los mercados de valores europeos acusaron ayer la importante decepción sufrida por los inversores ante los datos publicados en Estados Unidos y Alemania.
La imagen que los consumidores estadounidenses tienen de la economía no encaja en absoluto con las expectativas de los analistas y los responsables monetarios, como muestra la caída de 6,9 puntos en el índice de confianza de este mes, frente a la subida de 1,5 que esperaban los analistas.
Tampoco en Alemania pintan bien las cosas, ya que un instituto económico vaticinó un retroceso del 0,2% en el PIB de este año, lo que supone retrasar aún más el momento del despegue.
La reacción de las bolsas fue neutra a lo largo de la mañana, aunque se produjeron numerosos altibajos, pero la apertura de Wall Street acabó con cualquier conato de subida y puso las cosas difíciles para este último tramo del mes.
El Ibex 35 cedió el 1,04% y vuelve a alejarse de la zona de los 7.000 puntos que llevaba un par de días acariciando, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid perdió el 0,82% y cerró en 730,08.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió ayer a 2.824,11 millones de euros, de los que casi 1.600 procedían de operaciones institucionales.
El seguimiento puntual que se hace en todos los mercados de la evolución de la economía de Estados Unidos ya había planteado algunas dudas en los últimos días, al conocerse el gigantesco déficit público y la evidencia de una factura más onerosa por la invasión de Irak. Algunas encuestas recientes mostraban el desacuerdo de los estadounidenses con la forma de llevar la economía por parte de su presidente, con lo que el índice de confianza no ha hecho más que poner sobre el papel lo que piensa la población y sospecha el resto del mundo. Las reacciones en Europa se deben, simplemente, a las expectativas de que a la recuperación de Estados Unidos siga puntualmente la europea, algo que se aleja un poco más cada mes que pasa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de julio de 2003