Por enfermedad, voy bastantes veces al hospital Gregorio Marañón y, al ir por la calle de Ibiza, observo unas verjas que tienen la luz encendida; si uno se asoma y se para, cosa que no suele hacer nadie, se queda asombrado de lo que allí se ve.
Se trata de unas inscripciones que tanta gente como por allí pasa tendría que ver y saber. Son personas que donaron sus bienes y aportaron mucho al arranque del hospital, enfermos, primeros médicos que allí trabajaron... Ahí están sus nombres y las fechas de sus contribuciones al hospital. Creo que sería importante que el hospital orientara de todo eso y diera a conocer su significado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de julio de 2003