La Generalitat tiene previsto aprobar mañana un decreto para crear el Consejo Catalán de Pequeños Municipios, que se convertirá en su órgano asesor en materia de régimen local. Así, el Gobierno catalán pretende mitigar los efectos de la Ley de Consejos Comarcales que la oposición impuso a Convergència i Unió (CiU) en el Parlament y cuyo sistema llevó a la federación nacionalista a perder la hegemonía en estos órganos.
El proyecto de decreto recibió el martes el visto bueno de la comisión del gobierno local, paso previo a su aprobación en el Consell Executiu. Según el consejero de Gobernación y Relaciones Institucionales, Josep Maria Pelegrí, el objetivo es "mejorar la prestación de servicios" a los ciudadanos que viven en estos municipios y "facilitar a los respectivos ayuntamientos el ejercicio de sus competencias".
Pelegrí también aseguró ayer que estará "encantado" de comparecer en el Parlament para explicar el proceso de convocatoria del Plan Único de Obras y Servicios (PUOSC) 2004-2007 y replicar así a las críticas "infundadas, maliciosas y partidistas" que acusan a la Generalitat de pretender aprobarlo antes de las elecciones autonómicas de otoño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2003