Los responsables de migraciones de las Cáritas parroquiales de la Diócesis de Valencia manifestaron ayer su "preocupación" y "desencanto" por la ley de Extranjería e indicaron que las modificaciones introducidas por la Administración "han recluido a los inmigrantes en un círculo de desesperación e impotencia". En un comunicado, Cáritas denuncia "el desamparo en que se encuentran las personas que, habiendo nacido lejos de aquí, intentan vivir entre nosotros". La Ley de Extranjería "no ha resuelto en absoluto la situación de los inmigrantes" y asegura que las posibilidades de integración que ofrece "son mínimas", ya que "es una verdadera utopía que el inmigrante encuentre trabajo". "Se ha demostrado" que los cupos, que hasta ahora han sido los instrumentos que han regulado la inmigración, "son barreras infranqueables que tienen la misión de impedir al inmigrante el acceso a una vida humanizada". Cáritas también crítica que el único procedimiento sancionador que se utiliza es el máximo que recoge la legislación, la expulsión, lo que, a su juicio, "explica el talante con el que la Administración trata la inmigración".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2003