La implantación del peaje para camiones en las autopistas alemanas se ha encontrado con un problema de última hora por la falta de aparatos electrónicos que permitan el control. No obstante, el Gobierno alemán mantiene su decición de instaurarlo desde el 31 de agosto, a pesar, además, de las advertencias lanzadas desde Bruselas. La Comisión Europea ha abierto un expediente en su contra por considerar que ofrece un régimen de compensaciones y reducciones de impuestos que favorecerá a los transportistas alemanes frente al resto de la UE, lo considera discriminatorio.
La sociedad Toll Collect, formada por Deutsche Telekom y DaimlerChrysler, está de ronda por las principales ciudades de Europa para presentar y defender la red electrónica de peaje. El consorcio obtuvo el contrato del Gobierno alemán tras un duro proceso de licitación, y está encargada de implantar y gestionar el sistema de cobro que le permitirá a los camiones de más de 12 toneladas pagar los peajes para transitar por los 12.000 kilómetros de autovía alemana sin tener que detenerse.
Además de la oposición de Bruselas, el sector transportista en Europa se ha manifestado en su contra. Varias agrupaciones del sector han solicitado su supresión o retraso. La mayor preocupación radica en la escasez de unidades disponibles para instalar en los camiones. Una de las nuevas modalidades de pago implantadas por Tell Collect requiere la instalación de una terminal en el vehículo que mide la distancia recorrida por satélite.
El responsable de prensa de la compañía, Hans Christian Maass, reconoció que la cifra prevista de 150.000 unidades no se alcanzará por "problemas logísticos". Esta misma semana, el ministro alemán de Transporte, Manfred Stolpe, convocó una reunión para solventar el problema. La empresa que debía producir los dispositivos es una filial de Grundig que se declaró en quiebra recientemente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2003