La política fiscal del Gobierno, que ha realizado dos reformas del IRPF desde el año 1998, puede poner en entredicho el crecimiento económico de España. Con esta advertencia concluyeron ayer los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CC OO) la reunión que mantuvieron con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Trabajo, Eduardo Zaplana.
En el encuentro los ministros trasladaron a las centrales las líneas maestras de los presupuestos del Estado para el año 2004. Tanto José María Fidalgo, líder de Comisiones Obreras, como Cándido Méndez, de UGT, se quejaron de la "pocas cifras" que Montoro les había trasladado y calificaron de excesivamente optimista la previsión de crecimiento económico del 3% que plantea el Ejecutivo para el próximo ejercicio.
Las centrales criticaron el modelo presupuestario español que, en palabras de Méndez "pone obstáculos para situar a España en un marco adecuado en la Europa de los 25". Fidalgo pidió más inversión en infraestructuras y educación, entre otras prioridades. Ambas organizaciones consideraron escaso el objetivo de empleo del Gobierno (crecimiento del 1,8% que previsiblemente se mantendrá para 2004) para reducir la alta tasa de paro española.
Los sindicatos aprovecharon el encuentro para pedir a Zaplana una negociación que concluya con una reforma del salario mínimo interprofesional, ahora en 451, 2 euros mensuales. El titular de Trabajo subrayó su disposición a hablar, pero sólo de forma genérica, ya que la reforma del salario mínimo "es un asunto complejo". Montoro destacó el objetivo de equilibrio presupuestario para 2004 e insistió en la necesidad de contener el gasto para sostener el crecimiento económico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2003