Aunque hemos estado menos de venticuatro horas con ustedes, han sido más que suficientes para contrastar la profesionalidad del equipo del hospital de Guadarrama, y sobre todo su humanidad, sensibilidad y apoyo para ayudar a nuestro familiar y a los que con él estábamos a enfrentarnos al siempre triste momento de la muerte. Nuestro más sincero agradecimiento a todos y especialmente al personal de la planta tercera. El agradecimiento de este mensaje es extensivo al hospital Puerta de Hierro, especialmente al doctor Cubedo, del servicio de oncología, a la unidad de cuidados paliativos y al servicio de urgencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2003