El Real Madrid fue recibido en Pekín por miles de personas y un intimidante dispositivo policial. La ola de bruma y aire caliente y húmedo que entró por la compuerta del avión anticipó el episodio violento que se desencadenó al pie de la escalerilla, donde los cámaras de televisión y los fotógrafos que acompañan al equipo fueron maltratados sistemáticamente para impedirles tomar imágenes de los jugadores con quienes conviven desde hace una semana. La policía china, sombreros de plato bien ceñidos, actuó con una eficiencia portentosa. Los fotógrafos rodaron por la pista en su intento por tomar una imagen de Beckham vestido con el uniforme oficial, salvo los zapatos de cocodrilo.
Tales fueron los incidentes que se suspendió la visita hoy a la Ciudad Prohibida, al no poder garantizar la policía la seguridad. Incluso Raúl dio una conferencia de prensa para disculparse, pero el malestar con la organización sigue.
Ronaldo, sexo y gordura
Antes de la salida de Kunming, 2.000 kilómetros al sur, en la última multitidinaria conferencia de prensa, el gracejo carioca de Ronaldo puso en pie al periodismo chino. Fue después de que un reportero chino tocara un tema tabú, o que, al menos, no es de conversación pública: "Usted ha dicho que es más fácil ganar un Mundial que pasarse 40 días sin sexo", inquirió; "ahora ¿qué cosa se le hace más difícil?, ¿los entrenamientos personalizados de Carlos Queiroz o las tres semanas que vivirá sin tener relaciones sexuales?".
"Bueno, aquí estamos sólo dos semanas", dijo Ronaldo; "y por dos semanas de concentración no nos vamos a morir. Luego ya recuperaremos el tiempo perdido". Mientras el traductor comenzó a reproducir las palabras en mandarín, debió escuchar decir al brasileño: "Aquí parece que os gusta mucho el sexo: hay muchos chinos".
Tras analizar las características de Ronaldo, y después de haberle medido el pulso durante el ejercicio físico, Queiroz diseñó para el delantero una serie de carreras cortas. Y así se pasaron una mañana los dos, solos en un campo: el brasileño corriendo y el técnico haciéndole compañía. Esta dedicación exclusiva llamó la atención de los chinos, que también se interesaron por la gordura de Ronaldo. "Mientras siga metiendo goles me da igual lo que digan de mi peso", zanjó el jugador, que la temporada pasada, sin estar del todo fino, consiguió 30 goles. "Si siguen escribiendo de eso es que no tienen otro tema del que hablar", añadió.
Sobre el porcentaje de grasa y músculos en el cuerpo de Ronaldo habló el doctor Luis Serratosa, fisiólogo del Madrid. "Ronaldo ha vuelto más o menos con el mismo peso con que terminó la temporada pasada", dijo; "¿que dicen que está gordito? Para meter esa cantidad de goles... claro que no tiene el mismo morfotipo que tenía en el Barça. En Italia hizo mucho gimnasio y aumentó la masa muscular. Está muy fuerte. Así que Ronaldo lo que tiene que estar es feliz. Los pequeños cambios que se hagan en sus costumbres no deben afectar a su felicidad porque así es como nos hace feliz a todos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2003