En cumplimiento de un fallo dividido (cuatro votos contra tres), emitido en la madrugada de ayer (hora española) por el Tribunal Constitucional (TC) de Guatemala, el Registro de Ciudadanos procedió ayer a inscribir al general y ex dictador Efraín Ríos Montt, de 77 años, como candidato a la presidencia de la República. La resolución contradice un artículo constitucional que prohíbe optar a la presidencia a quienes hayan ejercido el poder como consecuencia de un golpe de Estado. Ríos Montt llegó a la jefatura de Gobierno en 1982, tras la asonada que depuso al también general Romeo Lucas García.
La resolución, una "joya" para los estudiosos, también ordena "que se debe decretar sin lugar cualquier amparo en contra de la decisión", extremo que, según algunos especialistas, constituye un atropello a la Carta Magna. "Es un evidente rompimiento del orden constitucional y del sistema legal", expresó Conchita Mazariegos, ex presidenta del Constitucional.
Que un Tribunal Constitucional emita una resolución que viola flagrantemente la Carta Magna es algo que resulta difícil de explicar. Sólo se comprende cuando se conoce cómo los seguidores de Ríos Montt han infiltrado, desde su llegada al Gobierno en enero de 2000, todas las instituciones. Así, el Constitucional quedó integrado para satisfacer el capricho del ex dictador, actual presidente del Congreso guatemalteco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2003