El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó ayer el envío de una fuerza multinacional de intervención a Liberia con el propósito de hacer cumplir el cese el fuego con el que se pretende poner fin a la guerra que desangra al país. La resolución, presentada por EE UU, fue aprobada por 12 de los 15 miembros del Consejo. Francia, Alemania y México se abstuvieron ante la insistencia de Washington de que el texto hiciera mención a que los miembros del cuerpo de paz, cometan el crimen que cometan, sólo puedan ser procesados en sus propios países.
La resolución, que da luz verde a la intervención de EE UU en el país africano, no menciona, sin embargo, el papel específico a desempeñar por las tropas norteamericanas.
Mientras, la población de Monrovia amaneció ayer en relativa calma y expectante ante la llegada de los ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para negociar con el presidente de Liberia, Charles Taylor, su salida del país. A última hora de la mañana, fuerzas gubernamentales y de los rebeldes reanudaron el intecambio de disparos de armas pesadas en los dos puentes que llevan al puerto de la capital.
La decisión tomada por los jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO en Accra, la capital de Ghana, el pasado viernes, de poner en marcha un contingente de paz para acabar con la cruenta guerra civil, que en cuatro años se ha cobrado miles de vidas en Liberia, se hizo efectiva ayer con la llegada a Monrovia de una delegación de la organización regional. Su secretario general, Mohamed ibn Chambas, y tres ministros de Exteriores, negociarán la salida del controvertido presidente liberiano quien ha prometido muchas veces irse "en cuanto haya una fuerza de pacificación".
El acuerdo de la CEDEAO indica que Taylor debe abandonar el poder y el país antes del jueves próximo, pero el ministro liberiano de Economía, Samuel Jackson, afirmó que el presidente, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad por su presunta colaboración con los rebeldes sierraleoneses, se marchará sólo "cuando se sienta cómodo con el despliegue" y después de un traspaso constitucional del poder.
Dos batallones de 1.500 soldados nigerianos serán los primeros en llegar el lunes, donde está previsto que se despliegue una fuerza de paz de un total de 3.250 efectivos. Por su parte, Estados Unidos anunció su deseo de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vote en las próximas 24 horas un proyecto de resolución por el que se crearía una fuerza multinacional en Liberia, según declaró un diplomático estadounidense en Nueva York.
Los habitantes de Monrovia tienen la esperanza de que este fin de semana sea el último en el que vivan bajo el estruendo de los morteros y las ametralladoras. Los combates entre rebeldes del frente Liberiano Unido para la Reconciliación y la Democracia y las fuerzas gubernamentales interrumpidos durante la noche se reanudaron a última hora de la mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de agosto de 2003