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ETA asume la autoría de ocho atentados con explosivos

La organización terrorista ETA asumió ayer en un comunicado que publica hoy el diario Berria, sucesor del clausurado Euskaldunon Egunkaria, la autoría de ocho atentados, todos con bomba, cometidos entre el 14 de junio y el 22 de julio. En su comunicado ETA se responsabiliza de los atentados contra dos hoteles en Benidorm y Alicante, que causaron 13 heridos, y contra el hotel Tamarises, en Getxo y el hotel Maisonnave en Pamplona. Además, ETA reivindica dos coches bomba colocados en Bilbao y acciones contra una subestación de Iberdrola en Iurreta y contra la empresa de transportes Azkar, en Bedia. En su comunicado ETA constata que el sector turístico sigue siendo objetivo de la banda junto con la "infraestructura, logística, económica y política".

Por otra parte, el artefacto que estalló a las 00.05 del sábado en un concesionario de automóviles de la marca Opel en Leioa (Vizcaya) y que causó destrozos en las lunas exteriores y en varios de los vehículos en exposición, estaba compuesto por cinco kilogramos de explosivos, según informó la Ertzaintza. Los técnicos de desactivación no concretaron la composición de la bomba, la sexta colocada por el renovado comando Vizcaya en mes y medio.

A su vez, el de ayer es el séptimo atentado contra intereses empresariales en lo que va de año y sucede un día y medio después de la desactivación de otro artefacto colocado por ETA en la empresa de transportes La Guipuzcoana en Azkoitia (Guipúzcoa). En esta campaña contra el empresariado, la banda ha situado como objetivo primordial al sector turístico, que ha sufrido tres atentados durante el último mes en los hoteles Bahía (Alicante), Nadal (Benidorm) -ambos el 22 de julio- y el hotel Maisonnave, durante las fiestas de San Fermín de Pamplona. Entonces, un comunicante avisó de la colocación de la bomba "por no pagar el impuesto revolucionario". El gerente del concesionario de Opel, José Ángel Abasolo, declaró, sin embargo tras el atentado de ayer que "en 21 años de actividad" la empresa no había recibido "ni una amenaza".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 2003