La Bolsa española vivió una nueva jornada típica del mes de agosto, con escasos movimientos en las cotizaciones y con un resultado final en el Ibex 35 que no termina de superar la cota de los 7.000 puntos.
Desde los primeros compases de la mañana, la sesión estuvo marcada por unos resultados empresariales favorable y también por la publicación de unos datos económicos positivos. Los beneficios de Royal Bank of Scotland crecieron un 31% y Credit Suisse salió de las pérdidas con un aumento en el primer semestre del año de 1.303 millones de euros. En España el paro bajó en julio un 8,39% y la producción industrial creció un 4,5%. Por si esto fuera poco, con la apertura de Wall Street se conoció el ISM de servicios que subió hasta los 65,1 puntos, mejor de lo esperado por los analistas que hablaban de 58 puntos.
La renta variable española contaba con unos buenos ingredientes para subir, pero la cautela se impuso de nuevo avalada por los malos datos de empleo que se publicaron el pasado viernes en Estados Unidos. El mercado no dispone del dinero suficiente para afianzar las subidas, en la jornada de ayer se negociaron 1.718 millones de euros, y la proximidad a la zona de máximos también provoca cierto respeto a la hora de tomar posiciones.
El índice general de la Bolsa de Madrid finalizó con una subida del 0,52%, mientras que el Ibex 35 ganó un 0,67% en 6.991,30, después de estar durante gran parte de la sesión por encima de los 7.000 puntos. Entre los valores más beneficiados por la entrada de dinero se encontraron Telefónica, BBVA y parte del colectivo eléctrico gracias, entre otros factores, a las recomendaciones de muchos analistas. París se anotó una de las mayores subidas en su índice con un 1,45% y Londres en unos niveles más moderados cerró con un alza del 0,51%.
En el mercado de divisas, la moneda europea continuó ganando terreno al dólar al marcar un cambio medio en 1,1333 unidades, frente al 1,1307 del día anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003