El presidente del Gobierno, José María Aznar, acusó ayer en Marivent al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, de querer poner España "patas arriba", en referencia a la propuesta de reforma de los estatutos de autonomía. Aznar, en declaraciones tras ser recibido por el Rey, aseguró también que el PSOE "cifra sus esperanzas políticas" en los féretros de militares españoles que puedan llegar de Irak.
Además, el jefe del Gobierno dijo que "mientras las personas no sean condenadas, tienen los mismos derechos que las demás", lo que equivale a formular una nueva doctrina sobre responsabilidades políticas y desempeño de cargos públicos por imputados en causas judiciales y a dar un giro de 180 grados en los argumentos empleados para atacar al PSOE de Felipe González.
El presidente del Ejecutivo defendió la designación por el presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, de cuatro encausados en el caso Formentera -un supuesto pucherazo en 1999, con indicios de delito electoral, malversación de caudales y falsedad documental-. Con Matas, Carlos Gutiérrez se ha convertido en senador en representación de la comunidad autónoma; Juan José Cardona, en consejero del Gobierno; Antoni Pastor, en diputado y alcalde, y Miquel Segura, en director de un instituto cultural.
Zanjado el asunto de los imputados, Aznar pronosticó al PSOE y a Zapatero, "serios problemas de dirección y proyecto", como se "ve todos los días, en el País Vasco, en Navarra, en Cataluña, en Madrid, en Málaga".
Luego acusó a Zapatero de querer poner "patas arriba" el entramado institucional y territorial de España, al plantear una revisión de las normas estatutarias de cada comunidad autónoma y de la Constitución, según las tesis de Pasqual Maragall, tan sólo "para tapar problemas de partido".
Aseguró que no se pueden tocar "los pactos fundamentales territoriales" en el "momento más alto de autogobierno"; no se "puede abrir todo", ni "hacer ningún tipo de reformas ni de ocurrencias", agregó. El PP postula que "no se juegue" con los problemas territoriales, porque "nunca se sabe exactamente cuándo se cierran". El jefe del Ejecutivo exigió a Zapatero "visión más completa del país y de sus necesidades" para que no primen "sus intereses a corto plazo".
Los "féretros" de Irak
Reprochó también al partido socialista que "cifre sus esperanzas políticas" en los "féretros" de soldados españoles que puedan fallecer en Irak. "Hay gente aquí que espera que tengamos las desgracias. ¡Qué triste destino!". Para justificar la presencia de las tropas, explicó que "cada vez son más los españoles que piensan que en muchas ocasiones en el futuro tendremos que ir a resolver problemas fuera para evitar que algunos problemas lleguen a nuestro país".
Aznar atacó también al presidente del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, porque su plan soberanista -"la secesión", subrayó-, es un "borrador", "borra literalmente el País Vasco de España, borra la Constitución, borra la convivencia" y "dobla la rodilla" ante ETA. "¿Qué ha hecho el Gobierno vasco en los últimos años contra el terrorismo?", se preguntó.
El líder del PP reclamó a Ibarretxe que diga "si está dispuesto a materializar" su plan para la "secesión, la confrontación y la eliminación de gran parte de la sociedad vasca" y aseguró que "vivimos en un país en el que las víctimas o los párrocos son los que tienen que despedirse de las parroquias por la presión intolerable del nacionalismo, son los que crispan", en referencia al sacerdote de Maruri, Jaime Larrinaga.
El presidente del Gobierno reiteró en tres ocasiones que el año próximo cerrará un ciclo de ocho años, abandonará La Moncloa y renunciará a la reelección. En clave de balance, resumió los logros económicos y sociales del país desde 1996 y describió el presente ejercicio como el de crecimiento económico y generación de empleo triple que la UE.
En materia de política exterior, Aznar dijo que España ha estado "muy presente en el escenario internacional" y aprovechó para anunciar que en los próximos meses, antes de que acabe su mandato, acudirá a Estados Unidos para intervenir como invitado especial en una sesión conjunta de las Cámaras parlamentarias en Washington.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003