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Un civil estadounidense muere por una explosión

Un civil estadounidense, el primero desde la caída del régimen de Sadam Husein, murió ayer en las cercanías de Tikrit cuando una mina antitanque explotó debajo del camión en el que viajaba dentro de un convoy militar. El contratista trabajaba para una subsidaria de la petrolera Halliburton, que asiste a las Fuerzas Armadas de EE UU en la puesta en marcha del oleoducto hacia Turquía.

Al menos tres soldados estadounidenses fueron heridos ayer tras el estallido de una granada en la estación de policía en la ciudad de Faluya (50 kilómetros al oeste de Bagdad), según testigos presenciales. Un portavoz militar confirmó más tarde un herido en este ataque, que también alcanzó a tres policías y un joven iraquíes. Otras tres granadas alcanzaron la base principal de las fuerzas de EE UU en Tikrit, aunque sin causar víctimas. Hasta el momento, 53 soldados estadounidenses han muerto por ataques de la guerrilla iraquí desde que el 1 de mayo se anunciara el fin de las hostilidades principales.

Por otra parte, autoridades chiíes acordaron ayer garantizar la seguridad de las ciudades santas de Nayaf y Kerbala, en la zona donde se hallan las fuerzas españolas. Las tropas de EE UU se mantendrán fuera.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003