Carta al presidente Chaves: Hace casi 28 años que Marruecos invadió la antigua colonia española del Sáhara Occidental. La población civil saharaui indefensa tuvo que huir y aún sufre la brutal represión, masacres y desapariciones ejercidas por las fuerzas marroquíes en las zonas ocupadas de ese territorio.
Después de tantas y extensas resoluciones de la ONU y de su Consejo de Seguridad, reconociendo que el conflicto del Sáhara es un proceso de descolonización inacabado y después de reconocer reiteradamente su derecho a la autodeterminación, el pueblo saharaui sigue pendiente de ejercer el tan sagrado derecho a elegir libremente su futuro.
Por más que pese hoy la alta política o las "políticas de Estado", ningún organismo internacional reconoce como potencia administradora del Sáhara a Marruecos, sino todo lo contrario, se reconoce como país invasor de un territorio no autónomo.
El conflicto del Sáhara no es un problema de índole interno sólo de Marruecos y del pueblo saharaui representado por el Frente Polisario, es un problema que nos afecta también a los españoles. La dignidad de nuestro país, nuestra responsabilidad histórica y deuda moral con los saharauis, exige una posición firme y decidida en defensa del legítimo derecho del pueblo saharaui a la libre determinación y, de este modo, contribuir a la paz y a la justicia para ese sufrido pueblo del que España fue su principal responsable.
No queremos dejar pasar es este momento crucial para los saharauis, los debates y posiciones del Consejo de Seguridad ante el Plan Baker, al que sin ser la mejor de las soluciones, Marruecos da un paso más en su actitud provocativa e intolerante poniendo objeciones a la propuesta que hace sólo unos meses aplaudía, por el hecho deleznable de reconocerle la soberanía de un territorio al que no tiene derecho y que se le otorga como botín de guerra para liquidar de forma rápida el molesto dossier del Sáhara.
En nuestra opinión señor Presidente, no se puede ser tan mezquino políticamente con este problema, como lo está siendo algún medio de comunicación español y pongo por ejemplo la falta de objetividad, profesionalidad e imparcialidad de los informativos de Canal Sur Andalucía. No alcanzamos a entender cómo una televisión pública sufragada por todos los andaluces, puede estar defendiendo en este litigio sólo la posición de Marruecos, sin dejar un solo resquicio a la opinión de la legitima representación de los saharauis, el Frente Polisario, oficialmente reconocido como sus únicos interlocutores por la ONU, manipulando con los testimonios de renegados saharauis vendidos a Marruecos para defender la soberanía marroquí de un territorio militarmente ocupado.
Señor Presidente, no se debe olvidar que un amplio movimiento cívico y popular en España apoya la autodeterminación e independencia del pueblo saharaui y que la representación española no puede defraudar ni reproducir antidemocráticamente una traición como la producida en 1975 contra los intereses del Pueblo Saharaui.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de agosto de 2003