Los ex concejales del GIL contrarios a Julián Muñoz, encabezados por Marisol Yagüe, aseguraron ayer que se vieron obligados a presentar la moción de censura por la "persecución" de que eran objeto por parte de los partidarios del alcalde de Marbella. Los ocho ediles díscolos explicaron que tanto antes como después de las elecciones dieron su "apoyo incondicional" a Muñoz, y que a cambio el regidor les retiró su confianza y les sustituyó por personas de su entorno.
"Desde el mismo instante de su nombramiento, Julián Muñoz abandonó el proyecto y retiró la confianza a los compañeros y amigos que le habían hecho alcalde, sustituyéndolos por personas cuyos intereses están muy lejos del bien de Marbella y de sus ciudadanos", señalan en un comunicado. Los ediles no olvidan que fueron relegados por el mandatario marbellí durante el reparto de delegaciones a las áreas más grises del gobierno local, una decisión que aseguran les dejó "perplejos" y que, según ellos, provocó graves fisuras y una situación de ingobernabilidad.
Insisten en que se vieron "dolorosamente abocados" a abandonar las siglas del GIL, después de agotar "todas las vías de diálogo posibles", y que si no se han sumado más concejales a la moción es "por miedo a padecer las represalias que padecemos los que apoyamos esta decisión".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de agosto de 2003