La renta fija privada ofrece, con algo más de riesgo, mayores retribuciones que la pública
La deuda pública ofrece una alta seguridad a los ahorradores, que perciben periódicamente los intereses y nunca pierden el dinero de sus inversiones. Pero estos títulos no ofrecen la suficiente rentabilidad para contrarrestar los efectos de la inflación, actualmente situada en el 2,7% en términos anuales, a no ser que elijan productos emitidos a largo plazo. Por ejemplo, las letras a seis meses ofrecen el 1,908% y es necesario ir a las obligaciones a 30 años para encontrar rentabilidades del 4,773%.
Numerosos ahorradores, pues, se plantean la posibilidad de asumir algo más de riesgo a cambio de recibir mayor retribución por su dinero. Alternativas existen. Los pagarés se han convertido en una de ellas. Estos activos, que emiten las empresas para obtener financiación a corto plazo, concentran el 72,1% del volumen total negociado en AIAF Mercado de Renta Fija en estos primeros meses del año y vienen ofreciendo en torno a un cuarto de punto porcentual por encima de la deuda pública.
Otros de los productos que también hacen la competencia a los títulos emitidos por el Tesoro son los conocidos como cuentas corrientes de alta remuneración, y los depósitos, también de elevada rentabilidad en el corto plazo, que lanzan algunas entidades. Estas cuentas (ING Direct, Patagon, Uno-e, Zaragozano, Envolve Bank, Inversis, Oficina Directa de Banco Pastor) comenzaron ofreciendo el 5%, aunque en la actualidad su rentabilidad ha descendido, en promedio, hasta el 2,5% (mínimo del 1,25% y máximo del 3,1%) pero, a pesar de ello, siguen siendo, por el momento, más atractivas que la deuda pública.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de agosto de 2003