Entre los pasatiempos del príncipe Guillermo de Inglaterra durante sus vacaciones en Kenia, que comparte con seis amigos y unos cuantos guardaespaldas, está el de ir de caza. Tan bien se le da al joven de 21 años que, tras recibir lecciones de un guerrero masai, logró matar a un pequeño antílope, de unos 35 centímetros de altura, con una lanza de dos metros. Legei, el líder de la tribu que enseñó al hijo mayor del príncipe Carlos, explicó que Guillermo usó "el silencioso método de seguimiento de los masai, siguió al dik-dik (antílope) y lo atravesó a la primera", dijo. Jonathan Owen, portavoz de la Sociedad Mundial Protectora de Animales, montó en cólera ante el ejemplo que dio el miembro de la realeza británica "matando a un animal sólo por divertimento y durante unas vacaciones". Mientras, el príncipe no sólo caza. Está aprendiendo swahili y parece que ha entablado una estrecha amistad con la hija de un conservacionista keniata, Jessica Craig.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de agosto de 2003