El suspense sobre el comienzo de la Liga de fútbol permanece. Los clubes modestos, agrupados en el G-30, no han cerrado aún un acuerdo para la cesión de sus derechos televisivos -ayer anunciaron que seguirán negociando con Phedra Sport, pero ya no en exclusiva- y, por tanto, su amenaza de suspender el inicio de la competición sigue encima de la mesa. Al menos hasta el día 22, cuando se reunirán en una asamblea extraordinaria para decidir.
De las ofertas que el G-30 (Celta, Valladolid, Racing, Osasuna, Mallorca, Zaragoza, Albacete y Málaga, de la Primera División, y los 22 clubes de la Segunda) ha recibido por sus derechos televisivos la más jugosa, 104 millones de euros, corresponde a Phedra Sport. A juicio de la comisión del grupo encargada de elaborar un informe sobre las garantías de esta propuesta, "Phedra tiene solvencia financiera suficiente para hacerla frente".
Sin embargo, la empresa -aunque un portavoz aseguraba ayer que sí- no ha hecho llegar el aval concreto que se le exigía. Así, los miembros del G-30, reunidos ayer en la sede de la Liga -sólo faltó el Murcia, que ha cedido sus derechos a Sogecable-, "han decidido continuar la negociación con Phedra, pero no de forma exclusiva".
Esta decisión constituye una invitación a Sogecable, que también presentó una oferta de 83 millones por hacerse con los derechos del grupo, para que se reincorpore a las negociaciones. Audiovisual Sport (Sogecable y TV3) ya posee los derechos de diez clubes: Real Madrid, Atlético, Deportivo, Valencia, Sevilla, Villarreal, Murcia, Real Sociedad, Barcelona y Espanyol.
Javier Tebas, asesor y portavoz del G-30, explicó la postura de los clubes: "Phedra ha presentado socios financieros que, consideramos, pueden tener solvencia. Pero existe un problema: no tiene una ventana de televisión. El que tenga los derechos del fútbol necesita llegar a un acuerdo con la única plataforma digital existente en España. Por eso entablaremos conversaciones con Sogecable".
El temor de los clubes es que las negociaciones degeneren en un conflicto que acabe por perjudicar a todas las partes. "Por eso", aseguró Tebas, "nuestra intención es lograr una explotación pacífica de los derechos del fútbol". "Tal vez sea mejor ganar algo menos", añadió Carlos Suárez, el presidente del Valladolid, "y evitar un escenario de tensión. Pero las diferencias ahora son de 20 millones de euros, casi un 24%".
Mientras prosigue sus negociaciones, el G-30 ya ha convocado una asamblea extraordinaria para el día 22 con el siguiente orden del día: ratificar o suspender el acuerdo de paralizar el inicio de la competición, estudiar una propuesta de horarios unificados y someter a la autorización de la Liga la venta de los derechos internacionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de agosto de 2003