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La Reserva Federal mantendrá los tipos bajos durante "un considerable periodo de tiempo"

El banco central de EE UU deja invariable el precio del dinero para controlar la deflación

No hubo sorpresas. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo ayer los tipos de interés en el 1%, su nivel más bajo en los últimos 45 años. Con esta decisión, el banco central estadounidense lanzó el mensaje de que su objetivo prioritario es evitar una caída generalizada de los precios y, al mismo tiempo, que considera suficiente el actual precio del coste del dinero como base para una posible recuperación de la economía. Los tipos se mantendrán bajos "durante un considerable periodo de tiempo", en una economía que no acaba de despejar incertidumbres.

La Reserva Federal de Estados Unidos descartó ayer que los tipos de interés vayan a subir en los próximos meses. Una subida del precio del coste del dinero contribuiría a estimular la deflación, cuando el banco central estadounidense precisamente declara como principal objetivo controlar "el riesgo de que la inflación alcance niveles indeseablemente bajos".

El Comité Federal del Mercado Abierto, presidido por Alan Greenspan, emitió un comunicado que refleja la incertidumbre que envuelve el futuro inmediato de la mayor economía del mundo y que descarta por completo cualquier posibilidad de repunte inflacionario.

Nadie esperaba un cambio en los objetivos federales sobre los tipos de interés. La principal misión de Alan Greenspan y demás miembros del comité, en su reunión de ayer, consistía en calmar los ánimos del mercado de bonos, cuyos movimientos al alza de las dos últimas semanas amenazaban el coste de las hipotecas.

Apuesta por los bonos

Los inversores se habían volcado en los bonos desde el pasado mes de mayo, cuando la Reserva Federal empezó a hablar del riesgo de deflación; en junio, sin embargo, los tipos de interés únicamente se recortaron un cuarto de punto, pese a que se esperaba una bajada de medio punto, y el comunicado del comité pareció indicar que empezaba a disiparse el riesgo de una caída generalizada de los precios.

La actitud aparentemente errática de la Reserva Federal dañó sensiblemente la imagen de Greenspan y generó incertidumbre en los mercados de renta fija, sobre los que se apoyan las hipotecas de millones de estadounidenses, y el mercado inmobiliario, clave para mantener el consumo y la renqueante recuperación.

Ayer, la Fed intentó aclarar las cosas y se refirió al riesgo de desinflación, es decir, a un descenso de la inflación por debajo de sus actuales niveles (1,3% anual en EE UU, según el índice que utilizan Greenspan y los suyos), dejando al margen el temido término "deflación".

"El comité cree que la actual política [de tipos de interés] puede ser mantenida durante un periodo considerable", decía el comunicado, de sólo tres párrafos. A diferencia de anteriores ocasiones, en las que algunos gobernadores habían votado por más recortes, la decisión de mantener estables los objetivos monetarios se adoptó por unanimidad.

La Reserva Federal trató de mostrarse optimista e indicó que la productividad mantenía "un robusto crecimiento subyacente" y que el gasto de empresas y particulares no exhibía signos de desfallecimiento. Reconoció, sin embargo, que el mercado laboral mostraba indicadores en un sentido y en otro. En realidad, el mercado laboral sigue decayendo y la curva del desempleo crece de forma casi ininterrumpida desde que las bolsas empezaron a hundirse, a finales de 2000.

Los mercados bursátiles de Estados Unidos iniciaron en octubre pasado una recuperación que, aunque lenta e irregular, ha elevado más de un 25% el índice Standard & Poor's, confeccionado a partir de las cotizaciones de las 500 mayores empresas del país.

Recuperación sin empleo

La mejora, sin embargo, no fue acompañada de la creación de puestos de trabajo, sino todo lo contrario. La llamada "recuperación sin empleo", permanentemente amenazada por el riesgo de deflación, se desarrolla bajo el signo de la fragilidad. La Reserva Federal admitió en su comunicado de ayer que los elementos positivos y negativos en la perspectiva para los próximos trimestres eran "más o menos iguales"; es decir, no se pronunció abiertamente sobre la certeza de una recuperación de la economía en el próximo trimestre.

El dólar se depreció ligeramente respecto al euro al conocerse el mensaje de la Fed. La moneda europea cotizaba a 1,321 dólares tras la reunión, frente a los 1,1295 previos. No obstante, al final de la jornada el dólar recobró fuerza y el euro se cambiaba a 1,1280.

La próxima reunión del Comité Federal del Mercado Abierto, considerado el brazo armado de la Fed por su tutela de los tipos de interés, está prevista para el 16 de septiembre. Todos los analistas se muestran convencidos de que, salvo novedades estrepitosas en los índices macroeconómicos o graves acontecimientos de índole terrorista, la Fed seguirá manteniendo en el 1% el precio del dinero.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de agosto de 2003