Los acantilados de Maro-Cerro Gordo (Málaga) sirven de conejillo de indias en una experiencia piloto con la que la Junta pretende determinar los residuos que se acumulan en las playas durante el verano. Un equipo de limpieza, formado por 40 colaboradores y agentes de Medio Ambiente, ya ha comenzado a trabajar en el paraje natural y la semana que viene se desplazará hasta la desembocadura del río Guadalhorce para repetir la operación. Terminará en septiembre, después de haber pasado por las Dunas de Artola, Vélez Málaga, Rincón de la Victoria, Manilva y Sabinillas.
Las tareas de limpieza prestan especial atención a los espacios naturales y forman parte del plan de mejora del litoral andaluz presentado ayer en Málaga por la Consejería de Medio Ambiente. Su delegado, Ignacio Trillo señaló que la costa de Maro, a la que se accede en un servicio de transporte en todoterreno de la Junta por tener prohibido el acceso en vehículo privado, estará sometida a "especial vigilancia" y recibirá 34 contenedores de los 442 que la Junta ha destinado a espacios naturales. Trillo destacó el hallazgo de "colchones, residuos domésticos e incluso mobiliario" en la zona y anunció la presentación de un inventario al final de la campaña. El programa prevé que en septiembre comience la limpieza de fondos marinos con ayuda del voluntariado del litoral, tarea que se prolongará durante tres meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003