El primer día de trabajo en España del nuevo Madrid fue un puro sobresalto. Makelele, a través de su representante, le comunicó al club que no es feliz en el Madrid y que sólo lo sería con un suculento aumento de sueldo: pasar de los 1,2 millones de euros que gana al año a los tres millones, la mitad de lo que cobran los galácticos. Para darle mayor credibilidad a su postura, el centrocampista francés se negó a entrenarse. "No estoy mentalmente preparado", justificó a sus superiores. El Madrid aguantó el pulso con firmeza. Le anunció al jugador que ni va a ceder a sus presiones ni va a aceptar un traspaso. Y que si alguien le quiere, que ponga el dinero de la cláusula de rescisión (90 millones de euros) encima de la mesa. Eso por la mañana. Por la tarde, tras comprobar la negativa de Makelele a entrenarse, el director general deportivo, Jorge Valdano endureció la respuesta. Modificó drásticamente su intención de reunirse el lunes con los representantes del Chelsea, "por simple cortesía", y anunció que no los recibiría, además de abrir un expediente sancionador contra el jugador. "Si no reciben al Chelsea será una falta de respeto", se quejó el agente, Marc Roger.
El Madrid iba a oír al Chelsea, pero tras el plante del jugador suspendió el encuentro
El centrocampista cobra 1,2 millones al año y pide percibir tres, la mitad que los galácticos
Claude Makelele, que tiene 31 años, es flaco, más bien pequeño, y al caminar cimbrea como una lagartija. No es, a lo que parece, un galáctico, pero siempre supo con certeza que los galácticos le necesitan. Zidane, Raúl, Roberto Carlos, y Figo se lo repiten. Lo aprecian porque les facilita el trabajo. Y él, mira a su alrededor y ve que nadie corre más a cambio de menos dinero. Desde hace tres años Makelele ve el mismo panorama, y las cosas van a peor. Cada vez hay más jugadores que cobran cinco veces más que él y cada vez le piden mayores esfuerzos. Ahora, con Beckham, en el medio campo del Madrid sólo hay un tapón neto: Makelele.
"Estoy como siempre", decía durante la pretemporada en China, encogiéndose de hombros; "corro por cuatro". Sabe que con Beckham, Figo y Zidane como compañeros en el medio campo, el equipo empieza la temporada muy comprometido tácticamente. La marcha de Flavio y el posible traspaso de Celades y Cambiasso, le hacen más importante todavía. Más necesario y en mejor posición negociadora.
Makelele dice que tiene una oferta. Es el tercer año que lo repite y resulta poco creíble, según la directiva madridista. En el club aseguran que las susodichas ofertas nunca han existido en otra parte que no fuera las maquinaciones de los representantes. "Roger me trajo una carta del Chelsea diciendo que estaban interesados en hablar", aseguró ayer Valdano; "pero eso no es una oferta. Nunca se habló de cifras. En ningún momento recibimos un fax, como cuando el propio Chelsea hizo una oferta por Geremi, hace un mes".
Según el agente del jugador, el club inglés está dispuesto a pagar diez millones de euros por su traspaso. Al Madrid la suma le parece irrisoria. Valdano recuerda que Makelele tiene contrato en vigor hasta 2006, y que, aunque "no es un jugador imprescindible, es muy importante". Según el director, el club procurará que Makelele cumpla su contrato: "No hay voluntad vendedora, ni por diez, ni por 15, ni por 20".
Valdano acudió por la tarde a la Ciudad Deportiva para ejercer de agente del orden. Makelele se negó a entrenarse y el director deportivo le abrió expediente. El jugador, después de cuatro horas de plante y explicaciones al técnico y al directivo, se marchó al volante de su Ferrari rojo, enfundado en una camiseta en la que se proclamaba demasiado sexy.
Florentino Pérez no soporta ni los tejemanejes de los representantes, ni los regateos de los jugadores. Por eso se anuncia rocoso. Pero también suele sostener que un jugador que no esté a gusto en un equipo debe marcharse. Lo utlizó a su favor para fichar a Figo, a Zidane, a Ronaldo y a Beckham. Por una vez la teoría se le vuelve en contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003