Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Bush defiende la necesidad de controlar el gasto público y advierte de que no habrá más rebajas fiscales

El presidente estadounidense, George W. Bush, defendió ayer la necesidad de controlar el gasto público para evitar un mayor aumento del enorme déficit presupuestario de EE UU, tras reunirse con su equipo económico.

Al término de su reunión con el secretario del Tesoro, John Snow, y el resto de asesores económicos en su rancho en Crawford, en Texas, Bush afirmó que la economía estadounidense ha comenzado a recuperarse y que en los próximos meses se crearán nuevos puestos de trabajo. EE UU afronta un déficit presupuestario de 455.000 millones de dólares para este año fiscal, una cifra que podría ascender a 475.000 millones en 2004 y que el Fondo Monetario Internacional considera preocupante.

El consejo de asesores económicos del presidente vaticina un crecimiento de en torno al 3,7% en la segunda mitad del año. En esa línea, el Departamento de Comercio anunció ayer un aumento del 1,4% de las ventas al por menor en julio, el mayor avance desde marzo y un indicio alentador en una economía basada en su mayor parte en el consumo.

Sin embargo, Bush dejó claro que su Administración no está estudiando nuevas reducciones de impuestos a corto plazo con el objetivo de fortalecer esa recuperación, tras las aprobadas en 2001 y en este mismo año. "Pensamos que el plan de reducciones de impuestos aplicado es suficiente para crear empleos y crear las condiciones para relanzar la economía", indicó.

Pero pese a estos signos positivos, el desempleo aún es el gran fantasma que se cierne: desde que Bush asumió el poder en enero de 2001 se han perdido casi dos millones de puestos de trabajo en EE UU y el mes pasado el índice de paro se situó en el 6,2%. "Sabemos que quedan cosas por hacer", explicó el presidente, quien aludió también a la necesidad de aprobar una nueva ley de energía.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003