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Saqueos y anarquía en Monrovia

Varios miles de liberianos hambrientos se dirigieron ayer hacia la zona del puerto de la capital, Monrovia, controlado por los rebeldes de los Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia, para hacerse con la ayuda humanitaria que no ha podido distribuirse por el caos que ha asolado la ciudad en los últimos días. Los que se lanzaron al pillaje tuvieron tiempo de discriminar: prestaban particular atención a los sacos de maíz marcados "USA", que cargaban sobre sus cabezas. Los rebeldes han prometido desalojar hoy el puerto, por donde entra el abastecimiento internacional, pero las masas no se han podido reprimir.

"Están hambrientos. No podemos impedir que se lleven la comida que se trajo para ellos y que no ha podido distribuirse", afirmó ayer el oficial rebelde Sekou Fofana, quien prosiguió: "Les pegamos, intentamos dispersarlos, pero no podemos matarlos: eso sería una violación de los derechos del hombre".

También las tropas gubernamentales dijeron ayer que se retirarán hoy del centro de la capital hacia sus cuarteles. La medida coincide con el anunciado despliegue de 200 marines estadounidenses para apoyar a la fuerza africana de mantenimiento de la paz.

Charles Taylor, ex presidente del país, vive ya su exilio dorado en Calabar, Nigeria, país que ha indicado que no entregará al señor de la guerra a la justicia internacional para que sea juzgado por crímenes contra la humanidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003