Dicen que Madrid está tranquilo en agosto... Quizás la intensidad del tráfico disminuya pero el ruido de las taladradoras que cavan zanjas no cesa. En mi casa, situada en una zona tranquila, te despiertan los martillazos de unos obreros que arreglan el tejado del edificio de la sede de la Embajada de Hungría, situado en la calle de Ángel de Diego Roldán (distrito de Chamartín). Comienzan a las 8.45 y una hora más tarde se paran. Es decir, simplemente te impiden dormir en tus merecidas vacaciones o cuando consigues conciliar el sueño porque al fin ha refrescado tras una noche de intenso calor. Dado que interrumpen su trabajo a las diez no sé cuando van a acabar la obra.
Tal vez ese extraño horario sea para evitar una posible inspección de Trabajo. Desde mi casa les puedo ver trabajar sin casco y sin ningún arnés ni cuerda que les proteja de una posible caída. ¿Dónde está la prevención de los accidentes laborales? ¿Quién controla la falta de seguridad en el trabajo? ¿Cómo no se van a producir accidentes laborales si no se toma ningún tipo de medida para evitarlos? Invito a los inspectores de trabajo, si es que no están todos de vacaciones, a que se pasen por allí y les vean trabajando sin protección alguna desde las 8.45 hasta las diez de la mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003