Muchos no han creído que el señor Romero de Tejada, en su primera comparecencia ante la comisión de investigación, "olvidase" referirse a la empresa de fotocopias de la que es consejero y cobra un sueldo. A mí no me cuesta creerlo cuando, como sucede con otros muchos políticos, se están cobrando sueldos de varias empresas distintas sin prestación profesional alguna, y sin pisarlas siquiera. Otra cosa sería si realmente "trabajaran" en ellas.
Hay quien dice que esta comisión de investigación no está sirviendo para nada. Es posible que no sirva para esclarecer la pretendida trama político-inmobiliaria, porque quizá no exista la tal trama. Pero está sirviendo para poner de manifiesto el maridaje existente entre los intereses políticos y los inmobiliarios, las prebendas y sueldos que determinadas empresas satisfacen a algunos políticos a cambio de los favores que el partido pueda prestarles, la necesidad de las listas abiertas en las elecciones y los defectos de la Ley de Financiación de Partidos Políticos que permite estas corruptelas que nos hacen dudar de la posibilidad de una verdadera democracia.
Y también para que conozcamos la poca categoría humana e intelectual, así como las miserias y mezquindades de algunos de nuestros políticos, a quienes sólo interesa el poder o el medro personal. Seguro que hay muchos políticos honestos y con espíritu de servicio, pero creo que la tan cacareada "regeneración" está todavía por hacer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2003