Por segundo día consecutivo Claude Makelele y el Real Madrid mantuvieron un duelo psicológico. El jugador esgrime su derecho a la movilidad laboral en el libre mercado. Se ha declarado incapaz "psicológicamente" de entrenarse, y se recluye en su casa a la espera de que el Chelsea le fiche y le pague el sueldo que cree merecer, muy por encima del millón largo de euros que gana en el Madrid. El Madrid, por su parte, ha puesto el caso en conocimiento de la FIFA por si existe una maniobra irregular del Chelsea. El club blanco advierte que prevalece el contrato, firmado por el propio futbolista, que prevé el pago de una indemnización de 90 millones de euros en caso de rescisión unilateral. "De mantenerse en sus trece Makelele pondrá en peligro su carrera deportiva", amenazó Jorge Valdano, el director general deportivo del Madrid.
La tensión aumentó durante todo el día de ayer, en la medida en que Makelele no se presentó al entrenamiento matinal primero, ni al vespertino después. El jugador mandó un certificado médico para justificar su ausencia. Su representante, Marc Roger, dijo en Onda Cero que el futbolista nunca más se pondría la camiseta blanca. "Es imposible que Makelele vuelva a jugar en el Madrid", zanjó; "en el Chelsea le consideran un galáctico y están dispuestos a pagarle como tal".
Valdano aseguró ayer en la SER que consultó a la FIFA, y el máximo organismo del fútbol ampara al Madrid. "Nos hemos puesto en contacto con el Chelsea para aclarar la situación y nos han pedido perdón", dijo el director general; "todos sabemos que, según la reglamentación vigente, los clubes no se pueden poner en contacto con jugadores que tengan contacto en vigor. En ese sentido nos sentimos muy tranquilos".
El miércoles, el agente de Makelele transmitió a Valdano la intención del Chelsea de contratar al jugador. En un primer momento, Valdano aceptó recibir a los representantes del club inglés el próximo lunes "por cortesía". Pero tras comprobar que la oferta era parte de una maniobra de presión avalada por el jugador, que se negaba a entrenar, el director general aseguró que no recibiría a nadie.
El Madrid habla por boca de Valdano: "El cumplimiento de los contratos debe ser recíproco. Del club hacia los jugadores y de los jugadores hacia el club. Makelele debe interpretar la negativa a venderlo como un piropo". De momento, el club se niega a mejorar el sueldo del centrocampista, de 1,2 millones de euros. Además, ha previsto para hoy que Makelele se someta a una revisión médica para comprobar que los desórdenes psicológicos que testifica su médico particular existen realmente.
"Claude debe reposar hasta el domingo", explicó ayer Roger; "los médicos le han prescrito medicamentos y descanso. Está muy estresado y le ha comunicado al técnico que no puede entrenarse con tanta presión". Indignado con la indiferencia conque lo trata Valdano, Roger, como los demás agentes del jugador, dijo ayer que quieren que su interlocutor sea Florentino Pérez, el presidente del Madrid, que dice estar de vacaciones.
A Pérez no le gusta hablar con representantes lo que puede tratar directamente con directivos, de modo que varios de los intermediarios afiliados al caso Makelele -hay dos o tres implicados y todos esperan obtener una comisión del traspaso- gravitaban ayer por Madrid medio desorientados. Roger afirmó que no había vuelta atrás, y que el jugador se marcharía porque Florentino Pérez no había cumplido su palabra de renovarle el contrato si alcanzaba categoría de titular. Se trata de la misma versión que divulga Makelele, en privado, para argumentar su cansancio psicológico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de agosto de 2003