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Tres muertos en Sevilla por una explosión de gas intencionada

La policía afirma que un vecino fallecido regó el edificio con gasolina

Una explosión de gas provocada causó ayer la muerte de tres personas y heridas a otras 32, dos de ellas de gravedad, en un inmueble del barrio de Las Letanías, en Sevilla. La policía atribuye el origen de la deflagración a uno de los fallecidos, Matías Martínez, de 72 años, que había amenazado a algunos vecinos. Un total de 82 personas tuvieron que abandonar sus pisos destrozados por la explosión, según el ayuntamiento.

Matías Martínez, de 72 años, regó su casa, las escaleras y los bajos de las puertas de los vecinos con gasolina y situó pequeños sacos alargados en los bajos para que nadie percibiera el olor. Luego abrió el gas y prendió fuego, según la policía.

"Papá, aquí huele a gasolina", alertaron las pequeñas Esperanza, de 8 años, y Vanesa, de 11, que dormían en el salón del 3º A del número 4 de la calle de Consuelo de los Afligidos, justo encima del piso de Martínez.

Los padres, Ángel Sánchez y María Dolores, salieron del dormitorio; él agarró el teléfono y llamó a la policía desde el salón, mientras que ella trató de limpiar el combustible de la puerta con los vecinos. En ese momento sintieron una gran explosión. "Vi levantarse el techo y desplomarse el dormitorio", dice Sánchez.

El azar los salvó de una muerte que el vecino del piso inferior siempre profirió como amenaza. "Vais a salir todos ardiendo", le escuchó decir Álvaro Jara, vecino del 4º D, quien aclara: "La guerra la tenía con las niñas del piso superior porque hacían mucho ruido".

El fuego se extendió con rapidez por el resto del edificio junto a un humo negro y denso producto de la combustión de la gasolina. La tragedia podría haber sido mucho mayor, pero la cercanía de un parque de bomberos, a menos de un kilómetro, hizo posible que llegasen en pocos minutos para rescatar a los vecinos.

Los dos fallecidos, además del supuesto causante de la explosión, son un matrimonio identificado como Miguel Vizarraga y María del Valle Triguero, ambos de 57 años, que se dedicaban a la venta ambulante, y que fallecieron en su dormitorio del 1ºA, aplastados por los cascotes de los pisos superiores.

Joaquín Carmona, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud, precisó que se atendió a 32 personas, de las que ocho siguen ingresadas y dos se encuentran muy graves. Es el caso de una mujer de 38 años que responde a las iniciales S. H. V., atendida en la UCI con quemaduras en el 90% de su cuerpo, y José Antonio Vizarraga Triguero, hijo del matrimonio fallecido, de 24 años, y que se encuentra en la Unidad de Quemados, con el 31% del cuerpo afectado. Además, en estado grave pero con evolución favorable, se encuentra un hombre de 46 años con fractura del calcáneo y diversas contusiones.

El bloque, formado por 16 viviendas, quedó semiderribado, con el 2º y 3º piso derruido y el 4º suspendido, en gran parte, en el aire. Media hora después de la primera explosión se produjo una segunda deflagración de menor intensidad.

Los vecinos afirman que los bomberos cortaron algunas rejas para poder rescatar a las personas desde las ventanas, ya que el acceso por las escaleras era imposible por las llamas. Técnicos municipales y autonómicos, después de revisar la construcción, estudian si demoler el edificio y los aledaños por el riesgo de derrumbe.

Desalojadas 82 personas

Ayer por la mañana fueron desalojadas 20 familias, a las que se trasladó al centro cívico El Esqueleto, situado en las proximidades, donde se les sirvió un desayuno y posteriormente una comida a la que acudieron 40 personas de las 150 previstas por las autoridades.

Las personas afectadas por la explosión son 82, de un total de 11 familias, que no podrán volver a sus casas según las cifras del Ayuntamiento de Sevilla. Entre ellos se encuentran tanto los vecinos del edificio que sufrió la explosión como del inmueble situado a sus espaldas, igualmente afectado por la onda expansiva.

En el Hogar Virgen de los Reyes y en las instalaciones de acogida de la Diputación en Miraflores, se recibirá a 42 afectados. Los 40 restantes serán acogidos por familiares o amigos, según indicó la alcaldesa en funciones, Paula Garvín.

15 años de cárcel por matar a su mujer

Lo tenía advertido. "Un día vais a arder todos", amenazaba a los vecinos el solitario inquilino del 2ºA, Matías Martínez, que desde hacía año y medio vivía en el número 4 de la calle de Consuelo de los Afligidos.

Lo que desconocía el vecindario era que el anciano fue condenado a 15 años de cárcel en 1981 por matar a cuchilladas a su mujer, según fuentes policiales, que añaden que fue denunciado en sus tres últimos domicilios por "faltas y una supuesta agresión".

En 1995 una vez que sale de la cárcel se muda a la barriada de Su Eminencia, y de allí, en 2001, a su último domicilio, en el distrito de Las Letanías, dónde acumulaba al menos tres denuncias, según la misma fuente, aunque algunas fueron retiradas debido a las amenazas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de agosto de 2003

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