Cincuenta mujeres kenianas que afirman haber sido violadas por soldados británicos, reclamaron ayer a Londres ayuda financiera para la educación de sus hijos y la apertura de una investigación pública para resolver los crímenes.
Acompañadas de 60 niños mestizos, las manifestantes se apostaron afuera del edificio de la Alta Comisión Británica en Nairobi, para denunciar sistemáticas violaciones durante las tres últimas décadas. Los presuntas transgresiones se perpetraron en las cercanías de la base militar que el Ejército británica mantiene cerca de Monte Kenia, en el centro del país. El abogado de 600 kenianas de las etnias masai y samburu, Me Martyn Day, pidió al Ministerio de Defensa británico 20 millones de libras (30 millones de euros) como indemnización por daños y perjuicios. Unos 2.000 soldados de Reino Unido se entrenan cada año en Kenia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de agosto de 2003