La variante de Gernika fue inaugurada ayer, primer día de sus fiestas patronales, con lo que los conductores podrán ya evitar el tránsito por el municipio vizcaíno. El proyecto de la variante, que ha costado 23 millones de euros, tenía previsto estar finalizada en un plazo de 32 meses, con lo que se esperaba que concluyese en diciembre, pero se ha adelantado por la urgente necesidad de esta infraestructura.
El alcalde gerniqués, el peneuvista Miguel Angel Aranaz, recordó en su discurso de inauguración que "esta variante ya se ha acabado, pero queda el tramo hacia Bermeo", otro complicado proyecto que necesita de la autorización de diferentes organismos y administraciones, informa la agencia Efe.
El diputado foral de Obras Públicas, Eusebio Melero, explicó que el proyecto y su ejecución no han estado exentos de dificultades. "El objetivo estratégico de la Diputación a la hora de diseñar la variante ha sido garantizar la accesibilidad sostenible de toda la comarca de Gernika y casi los veinte ayuntamientos que la componen y su conexión con el sistema global del transporte", señaló. También asistieron al acto alcaldes de municipios vecinos como Elantxobe y Busturia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de agosto de 2003