Bétera celebró ayer un nueva edición de la ofrenda de les alfàbegues. Los festeros del pueblo, acompañados por las autoridades municipales, transportaron 16 enormes plantas de albahaca, la mayor de las cuales alcanzaba 2,3 metros de altura y 3,8 de ancho, desde el local en el que se cultivaron durante cuatro meses y medio hasta la iglesia, donde permanecerán hasta el final de las fiestas el 23 de agosto.
Uno de los cultivadores, Ramón Asensi, satisfecho por la repercusión ha adquirido la fiesta, asegura que el origen de la ofrenda es muy antiguo, y que está documentada su celebración desde el siglo XIX. Aunque el objeto de la misma sea realizar una ofrenda a la virgen, el cultivador precisó que en él pueden encontrarse "claras reminiscencias de los antiguos rituales de fertilidad" para obtener buenas cosechas, ya que existen "ritos prácticamente calcados por todo el mediterráneo".
Para que las plantas adquieran estas proporciones es necesario un cuidado especial, señala Asensi. "Las regamos 12 veces al día y utilizamos un abono especial, con lo que hemos conseguido uno de los mejores cultivos que yo recuerdo", explica, al tiempo que confía en que el año próximo las albahacas alcancen los dos metros y medio de altura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 2003