Especialistas de la Guardia Civil hicieron estallar el jueves por la noche un artefacto con 20 kilos de explosivo que ETA había dejado en un descampado de Buezo, cerca de Briviesca (Burgos). Los agentes encargados de la investigación creen que fueron miembros de la banda terrorista los que colocaron en ese lugar una maleta con 20 kilos de cloratita, mezclada con dinamita, probablemente Titadyne, además de tres detonadores,
y una mochila en la que se halló un mensaje "amenazante" de ETA y "de ánimo" e instrucciones hacia el comando que supuestamente debía recoger el artefacto, si bien no citaba ningún objetivo.
Las fuerzas de seguridad sostienen que ETA tenía planeado un atentado próximamente, puesto que en el interior de la mochila había un papel con instrucciones para abrir la maleta que contenía el explosivo dirigidas a los terroristas que debían recoger el artefacto.
Ésta es una de las formas en las que últimamente actúa ETA, que en julio colocó otro artefacto en un campo de la localidad navarra de Viana, que fue desactivado el día 17 de ese mes por las fuerzas de seguridad. En esa ocasión, el artefacto estaba compuesto por cerca de dos kilos de cloratita enriquecida con Titadyne, y había sido colocado para que un comando lo recogiera y atentara contra un hotel de Logroño.
El hallazgo de la mochila y de la maleta cerca de Briviesca, localidad que actualmente celebra sus fiestas, ocurrió sobre las ocho de la tarde del jueves, cuando una persona que paseaba por el descampado de Buezo vio los objetos en cuestión y decidió alertar a la Guardia Civil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 2003