La Generalitat mantiene su programa de apertura de oficinas en el extranjero. El secretario de Relaciones Exteriores del organismo catalán, Joaquim Llimona, anunció ayer que el jefe del Ejecutivo catalán, Jordi Pujol, tiene la intención de desplazarse a Perpiñán (Francia) el próximo 5 de septiembre para inaugurar, en un acto conjunto con autoridades del país vecino, un nuevo centro (Casa de Cataluña) que pretende "potenciar las relaciones entre el norte y el sur de los Pirineos".
Tras el encontronazo del Gobierno central con el autonómico por la apertura de una embajada catalana en Casablanca, Llimona matizó que el negociado de Perpiñán no asumirá relaciones diplomáticas ni funciones de selección laboral en origen, al contrario de lo ocurrido inicialmente con la delegación de Marruecos. "El Gobierno catalán no piensa abandonar la creación de oficinas en el extranjero. Estamos convencidos de que Madrid acabará aceptando esta realidad como un hecho natural", afirmó Llimona. La Generalitat cuenta actualmente con oficinas de representación en ciudades como París, Roma y Varsovia. Llimona señaló el próximo objetivo: Bogotá.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003