La directiva del Barcelona está decidida a ir hasta el final para desprenderse de algunos jugadores que no entran en los planes de Frank Rijkaard, el nuevo técnico. Así, ya ha comunicado a Alfonso y Dani que les despedirá antes del día 28 -se cierra entonces el plazo de inscripción en la Liga- si no aceptan la indemnización que les ofrece, una suma muy inferior a la ficha anual de cada uno de ellos: dos millones de euros. La junta les presiona para que acepten voluntariamente dejar el Camp Nou porque sabe que no tendría demasiadas posibilidades de prosperar ante los tribunales. Alfonso acaba su compromiso en 2004 y Dani en 2005.
Los dos delanteros están sometidos todavía a la displicina del equipo -Alfonso se halla lesionado-, pero no se descarta que sean apartados del vestuario, especialmente Dani, en los próximos días. El argentino Riquelme estaba en el mismo caso, pero se ha dado marcha atrás al expresar finalmente su predisposición a ser cedido a otro equipo español. Los tres no han sido los únicos jugadores amenazados. La estrategia se ha aplicado a varios, pero en el caso de Bonano se dio marcha atrás total ante su firmeza en no entrar en cualquier negociación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003