El dólar recuperó terreno ayer frente al euro impulsado por las previsiones de estancamiento de la economía alemana del Bundesbank, el ex banco central germano, y una nueva ola de optimismo respecto a los indicadores económicos de Estados Unidos. Por su parte, las principales bolsas del mundo hicieron caso omiso de los problemas en la economía alemana y se dispararon hasta alcanzar máximos anuales esperanzadas por los datos positivos de la economía estadounidense publicados la semana pasada.
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El selectivo Ibex 35 rompió finalmente la barrera de los 7.000 puntos y aumentó un 0,85%. Telefónica fue el principal motor de la subida, al representar el 30% del alza. El londinense FTSE 100 subió un 0,58%, mientras la Bolsa de Paris cerró con un alza del 0,67%. El mercado de Nueva York fue el más favorecido. Su índice industrial Dow Jones se situó en el nivel más alto de los últimos 14 meses, al subir un 0,97%. El tecnológico Nasdaq ganó un 2,2%.
La moneda única europea no resultó beneficiada y retrocedió ayer hasta los 1,1141 dólares después de empezar la mañana por encima de los 1,12. El descenso de ayer llevó al euro a su valor mínimo frente al dólar de las últimas dos semanas.
La caída se debió principalmente a que el Bundesbank comunicó que la economía germana, la más importante de la zona euro, tendrá que soportar otro año de estancamiento. Para muchos analistas, la economía de EE UU se está recuperando con mayor ímpetu que la europea, lo que continuará perjudicando el cambio del euro. La preocupación de los mercados de divisas por el elevado déficit comercial de EE UU, que había favorecido al euro, parece haberse disipado ante la recesión de Alemania.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003