Es el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de O Grove. Se enfrentó al desastre del Prestige con una huelga de hambre que obligó a la Xunta de Galicia a buscar ayudas en toda Europa. Hoy, Francisco Iglesias lidera junto a los patrones, incluidos los afines al PP, una lucha frontal contra la Consejería de Pesca. Iglesias afirma que el proyecto del Gobierno de Galicia es acabar con la pesca de bajura de las Rías Bajas, en favor de las multinacionales del mar.
"En Muxía ellos ganaron porque le metieron a la gente miedo en el cuerpo"
"La Xunta de Galicia tiene en proyecto acabar con la pesca de bajura"
Pregunta. Apenas se ha acabado la guerra del Prestige, y ahora encabeza usted otra batalla, la de la pesca de bajura, contra la Xunta. No sé cómo todavía "ten folgos" (ánimos), señor Iglesias, después de tanta derrota...
Respuesta. Bueno, para empezar creo que no se puede calificar de derrota, como usted afirma, nuestra lucha en el asunto del Prestige. De hecho, y aunque nosotros lo consideramos insuficientes, todas las medidas que se han tomado a favor de Galicia pues vienen precisamente provocadas por esa denuncia constante ¿no? De los sectores productivos, de las gentes de Nunca Máis... Aquí todos tenemos claro que si no hubiera existido Nunca Máis y la sociedad gallega no se hubiera manifestado tan rotundamente, pues seguramente Galicia seguiría los pasos que dieron en otras catástrofes. Y en cuanto a cómo nos quedan aún folgos, fuerzas, la verdad es que nosotros, los mariñeiros de bajura de Galicia, venimos manteniendo desde hace año y pico, contra la Consejería de Pesca, una lucha continua. Porque nos damos cuenta de que este conselleiro miente continuamente en todo, desde el problema de las prejubilaciones hasta el "plan" para la pesca de bajura. Enrique López Veiga está actuando con el sistema del decreto, sin contar con nadie y respondiendo con el ordeno y mando; e incluso llegando a los insultos y descalificaciones más increíble.
P. Tampoco estaban dispuestos ustedes, los marineros gallegos, a que el Gobierno de la Xunta se fuera de rositas después del Prestige, y ya ve cómo, a pesar de todo, salvaron los muebles, lo de Muxía ha sido un paseo militar y Fraga saca pecho como en sus mejores tiempos...
R. Mire, yo no soy un político ni estoy afiliado a ningún partido político, ¿no? No he vivido en clave política en ese sentido, estuvimos haciendo frente al problema del Prestige. Pero como ciudadano de a pie sí tengo opinión. Y pienso que Fraga tiene que reconocer que perdió muchos votos, en eso no se puede engañar, que el Prestige sí que le ha pasado factura y bien grande. Pero de todos modos, le tengo que aclarar que el objetivo del sector nuestro nunca fue que Fraga subiera o bajara de votos, sino que se atendiera a la solución de nuestros problemas, igual que nos pasa ahora. Además, ellos podrán hacer las lecturas que quieran de lo que pasó, pero nunca podrán negar que nosotros, los mariñeiros del sector de bajura y sus representantes, fuimos siempre por delante en todo, y eso la gente no lo olvida. Es verdad que en Muxía ha pasado lo que ha pasado, pero... mire, ha de tener en cuenta que todavía en el mes de mayo la gente seguía cobrando las ayudas de la Administración y, bueno, en términos generales todo el mundo sabemos la política que se ha hecho desde el Gobierno en esa zona, metiéndole a la gente el miedo en el cuerpo, diciéndoles eso de "bueno, de momento estamos nosotros, pero si ganan los otros a lo mejor ya no vais a tener ayudas..." Le puedo asegurar que los pescadores de bajura no estamos adormilados por el dinero ni vamos a permitir que nos dejen en la estacada.
P. En la estacada les han dejado a ustedes, que apostaron por un cambio político, los miles de trabajadores gallegos que han preferido quedarse como estaban. ¿No cree que esto es bien elocuente?
R. Ya le he dicho que aquí se metió bastante miedo en el cuerpo a la gente, con que iban a venir los "rojos" y tantas barbaridades que llegaron a decir. Además, no es solamente la gente del mar la que decide quién gobierna un pueblo... La hostelería también mueve muchísima gente y tiene detrás muchos intereses y, en determinado momento, ellos decidieron que había que decir que aquí en Galicia todo estaba muy bien... Tendría que ver, además, la cantidad de cartas y de mensajes que hemos recibido en las cofradías, sobre todo en Muxía, y aquí en El Grove, poniéndonos verdes porque las cosas hayan acabado como acabaron, sin entender que nosotros los trabajadores del mar, de bajura, somos los que somos y que no tenemos la culpa de que la gente prefiera lo que prefiere. Pero no le voy a ocultar que entre los voluntarios el desconcierto ha sido muy grande, después de todo el esfuerzo que hicieron y después de comprobar cómo la Xunta los ignoraba sistemáticamente para que se fueran. Eso tampoco se olvida.
P. No sé yo si también usted ha preferido olvidarse de aquella huelga de hambre que hizo, mientras muchos de sus compañeros ya empezaban a bendecir en voz baja al Prestige, viendo cómo llovían los euros desde Santiago...
R. Mire, yo pienso que lo que hice entonces, algunos de mis compañeros lo van a entender dentro de un tiempo, más adelante... Porque aquí, en el sector, los marineros solo nos enteramos del problema cuando nos sacuden. Cuando viene a lo lejos no nos enteramos o no queremos enterarnos. A mí me hace mucha gracia, por decirlo de alguna manera, que en determinados momentos compañeros míos, directores además de las cofradías, reconocieran que con lo del Mar Egeo los problemas llegaran año y medio más tarde cuando hubo una reducción "natural" de la flota de bajura de casi un 50% en la Costa de la Muerte, y no sean capaces de caer en la cuenta de que aquí nos va a suceder exactamente lo mismo. Hay que tomar medidas ya, para prevenir este desastre económico que van a significar para nosotros los planes de la Xunta... Cuando hice la huelga de hambre a mí se me tildó de "político", de que me iba a presentar a las elecciones para la alcaldía de El Grove, de que si estaba haciendo carrera... Hubo personas muy interesadas desde la Administración, y desde el Partido Popular, muy interesados en desprestigiarme y en señalarme como un aprovechado. Pero, al final, el tiempo pone a cada uno en su sitio, porque yo sigo siendo Patrón Mayor de la Cofradía y sigo yendo a pescar todos los días. Ésa es la verdad pese a quien pese... Es verdad que hubo un momento muy duro en el que me llamaron delincuente y hasta llegaron a decir que yo estaba en libertad provisional. Pero yo, que he practicado deporte y he sido corredor de fondo, no tengo prisa ni tengo aspiraciones más que de seguir viviendo de la pesca.
P. Veo que se acuerda muy bien de su huelga de hambre, pero no de que algunos de sus compañeros le miraban con buenos ojos, mientras esperaban el maná del Prestige...
R. Por supuesto que me acuerdo de aquella situación y... ¡qué quiere que le diga! Pues que me daba bastante pena y que te cabrea el tener que oír a determinados directivos, porque los hay, decir que ya podía venir otro Prestige y que gracias al Prestige ahora vivimos mejor. Pero le aseguro que aquí en las Rías Bajas nadie, nadie... Vamos, que yo sé lo que gana un pescador y esa forma de pensar aquí no se tenía. Aquí la pesca de bajura y el marisqueo nosotros le vemos con mucho futuro y como un medio de vida que está muy arraigado y que no lo queremos perder. Pero le aseguro que en aquella situación de la huelga a mí me animaba mucho más la gente, que era consciente de lo que podía perder, que cuatro directivos de la zona del norte tan deprimida y tan amenazada, que están ahí a la sopa boba haciéndole un flaco favor al sector, y aún, por encima, bendiciendo a la Administración. La verdad es que hay momentos en los que no te queda otra que pensar que los gallegos tenemos el Gobierno que nos merecemos.
P. Lo que me sorprende a mí es que no haya aprendido usted nada de la cultura de la resignación tan arraigada en nuestra tierra...
R. Mire, le aseguro que esta vez el Gobierno del PP de Galicia, y su conselleiro, han equivocado el rumbo totalmente y no han valorado las consecuencias que puede tener que sean los propios directivos y pescadores afines a su partido quienes también se unan contra lo que están preparando... Pero, además, yo creo firmemente que esa resignación que siempre ha ido con nosotros va desapareciendo y al menos ya somos la mitad de los gallegos los que no nos resignamos, los que no nos achantamos. Yo, desde luego, estoy en ese lado. Porque si nos rendimos estamos perdidos.
"Esta vez estamos todos unidos"
P. No es por desanimarle, pero no sé yo con qué poderes se van a enfrentar ustedes, los marineros de bajura, para frenar al Poder de verdad, al de la Xunta.
R. Pues yo le aseguro que nuestros poderes, podrán... Porque si es cierto que en aquella lucha del Prestige hubo divisiones, esta vez sí que estamos todos juntos, unidos como una piña. Porque ahora sí que percibimos que este conselleiro, y el Gobierno de la Xunta, quieren acabar con la mitad de nosotros.
P. No se me ocurre qué interés pueda tener el conselleiro de Pesca en acabar con la pesca. Ni sé si está usted en condiciones de argumentar, con seriedad, semejante afirmación.
R. Pues es así, aunque usted no se lo crea. Y nosotros creemos que un país moderno, como Galicia, que tiene un sector de pesca tan productivo como el nuestro no puede ser objeto de una persecución como la que estamos sufriendo y sin que nos den ninguna salida. Que es que acaban con la bajura como lleven a cabo sus planes. Son 25.000 puestos de trabajo directos los que están en juego, pero que al conselleiro López Veiga no parecen preocuparle lo más mínimo. Y le voy a dar un argumento sólido, como usted me exige, para que comprenda la razón de fondo que hay detrás de todo esto. Somos muchos en el sector los que creemos que la Xunta y el conselleiro están defendiendo determinados privilegios, determinados intereses de determinadas multinacionales, o macroempresas, que pretenden instalarse en las rías para hacer de la acuicultura un gran negocio. Estoy hablando de un negocio de miles de millones de euros. Somos muchos ya los que creemos que la Xunta está actuando en favor de esas empresas. Dicen que van a generar empleo y que nosotros, los de bajura, seremos sus primeros empleados, siempre que nos avengamos a desaparecer como pescadores autónomos. Pero le aseguro que eso no va a ser así, no nos conocen a los trabajadores de la mar de las Rías Bajas. Se van a llevar una sorpresa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003