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GUIÑOS

Bilbao en la prensa gráfica

El Ayuntamiento acaba de publicar el libro Bilbao en la prensa gráfica como catálogo de la exposición del mismo nombre que el año pasado se celebró en la Biblioteca de Bidebarrieta. Aunque llegue tarde, siempre es bien recibido un volumen que guarda la memoria del trabajo realizado por 18 profesionales del periodismo gráfico. Seguro que faltan algunas firmas notables; no obstante, el resultado no pierde el más mínimo interés.

Nos ofrece una panorámica muy ilustrativa de lo que hoy día resuelven los fotógrafos de prensa. Nos cuenta los temas que les preocupan y con ello los nuevos iconos con los que representan, en este arranque de siglo XXI, su ciudad de referencia. Una urbe que, junto a los gestores de planes urbanísticos, los arquitectos y los ciudadanos, ayudan a construir y dan a conocer por doquier con sus cámaras fotográficas (cada vez más digitales).

Para ello se ayudan de sus gritos y empujones, de su carácter dinámico y alegre. Pueden resultar bullangueros, pero siempre vienen marcados por grandes rasgos de solidaridad y ternura, también de la soledad que nace de esos momentos decisivos en los que deben realizar esa toma que siempre desean única e impecable, en definitiva: la mejor.

Sin apenas darse cuenta, estos fotógrafos se encargan de transmitir a las futuras generaciones hábitos, comportamientos y tradiciones de su ciudad y su tiempo. Hacen el trabajo de los científicos más ilustres. Son ellos los que ofrecen la alternativa visual de la historia compitiendo con lo escrito y lo oral. En este libro han dejado atrás el escudo de Bilbao, aquel antiguo puente e iglesia de San Antón que ahora solo llega apelotonado entre tejados de viejas viviendas, por lo que parece tener un interés muy limitado para estos reporteros. Identifican su ciudad, sobre todo, por la geometría del Guggenheim, aunque también incorporan en los nuevos rasgos de identidad al Palacio Euskalduna o a las estaciones de metro que recuerdan en su parte exterior la cola de aquella cigala a la que Rafael Alberti llamaba fiera del mar cuando escribía su cancioncilla sobre Bilbao.

La Ría y sus aledaños sigue siendo una imagen de referencia inevitable, lo mismo ocurre con las fiestas de agosto. En otro orden de cosas, encontramos las calles, el escenario más grande de la villa. Es allí donde hallamos la vida cotidiana, el escenario donde descubrimos a los protagonistas principales de una ciudad cuyas transformaciones implacables están siempre obligadas a dejar un espacio singular para los imprescindibles bilbaínos y bilbaínas. De esta manera, 18 fotógrafos de prensa nos han construido una primera crónica gráfica de Bilbao en este siglo XXI.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003