El Ayuntamiento de Barcelona no da tregua a los vendedores ilegales de latas de refrescos que pretenden hacer su agosto en las grandes concentraciones ciudadanas. El martes por la noche, la Guardia Urbana requisó 3.290 latas de cerveza en el barrio de Gràcia, que se encuentra en plena fiesta mayor. Los agentes pillaron en flagrante a un grupo de personas que se disponía a almacenar casi 2.700 latas -más de una tonelada de bebida- en un local de la calle de Quevedo que supuestamente utilizaban para distribuirlas entre los vendedores ambulantes, según han informado fuentes municipales.
Durante la misma noche, la Policía Local intervino otras 270 latas que se encontraban en el interior de dos vehículos aparcados en las calles de Astúries y Torrent de l'Olla. Además de estas tres intervenciones, los agentes efectuaron otros 54 actos de decomiso, aunque con cantidades mucho menores.
Estas operaciones se enmarcan en el dispositivo especial que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para luchar contra la venta ilegal de alcohol en la calle. Durante el primer fin de semana de la fiesta mayor de Gràcia se requisaron 4.036 latas de refrescos. En lo que va de verano, en el litoral de la ciudad y en el distrito de Ciutat Vella se han intervenido otras 7.000 latas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2003