La caída de un árbol en la calle del Archiduque Carlos de Valencia despertó ayer la indignación de los vecinos, que recordaban que el año pasado un ejemplar idéntico se derrumbó a escasos metros del lugar. Puesto que ayer no soplaba viento, el desplome parece deberse al mal estado del tronco, que estaba hueco, y a la falta de poda. Una residente indicó que, pese a haber solicitado repetidamente la intervención del Ayuntamiento, ella misma tiene que cortar las ramas de otro árbol que entran en su comedor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2003