"¡USA! ¡USA! ¡USA!". El grito de guerra lo lanzaron el martes buena parte de los 6.280 espectadores que acudieron al Arrowhead Pond de Anaheim (EE UU) para ver la primera final del Mundial, la de equipos masculino. Querían empujar a sus muchachos a lo más alto, lograr el primer título en esta prueba para la gimnasia estadounidense. Y parecía posible, pues en las preliminares, un par de días antes, los locales habían logrado la puntuación más alta de los 52 equipos participantes.
Pero ni el atronador saludo que recibieron cada vez que entraban y salían de la pista -y lo hicieron en 12 ocasiones-, ni un sorteo favorable, ni la generosidad de los jueces, que puntuaron al alza prácticamente todos sus ejercicios, pudieron con la calidad de los chinos.
Todo se decidió en la última prueba, la barra fija. El formato elegido, que alargó la competición durante 3 horas y 40 minutos, hacía que sólo hubiera dos de los ocho equipos en la pista al mismo tiempo. En el último ejercicio los chinos, acabaron sin fallos y se hicieron inalcanzables. Incluso dieron una vuelta de despedida al estadio antes de que acabara la competición.
Cuando volvieron los estadounidenses, que esperaban en una carpa cercana al estadio, ya era demasiado tarde. El público no se dio por enterado y volvió a jalear, en pie, a sus representantes, que sin llegar a caer tuvieron algunos fallos importantes.
Al final, todos contentos. Los americanos porque repiten la plata de hace dos años en Gante. Los chinos porque tras el bajón al quinto puesto de la cita belga volvían a su sitio natural, el que les convirtió en campeones durante cinco Mundiales consecutivos; y los espectadores porque ya que no pudo ganar su equipo lo hizo, a tenor de los aplausos, su segundo favorito.
Clasificación final: 1. China (171.996). 2. EE UU (171.121). 3. Japón (170.708). 4. Rusia (168.771). 5. Rumanía (167.909). 6. Corea del Sur (166.283). 7. Francia (165.546). 8. Ucrania (165.108).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2003