El Prestige continúa dejando su rastro en el litoral vasco. Sólo en los dos últimos días, los servicios de limpieza han retirado de las playas 18,2 toneladas de residuos impregnados de chapapote y el dispositivo de recogida en el mar, otras 15 toneladas. "Lo que estamos recogiendo ahora es lo que entró en diciembre y enero en el Golfo de Vizcaya", explicó Manuel González, técnico del Departamento de Oceanografía y Medio Ambiente del instituto Azti. El mayor problema ahora, añadió, es que las manchas son pequeñas y están "muy alejadas unas de otras, por lo que son difíciles de localizar y recoger".
Si a esta realidad se unen los vientos del norte-noroeste y unas corrientes desfavorables, la combinación puede ser fatal, como ocurrió ayer en San Sebastián. Los arenales donostiarras recibieron la peor marea negra desde el comienzo oficial de la temporada de playas, el pasado 15 de junio. En la Zurriola, se retiraron 3.500 kilos de chapapote y en La Concha, 1.900. Ondarreta, con 140 kilos, resultó la menos perjudicada. En todo caso, no fueron los únicos arenales que acusaron fuertemente la presencia de fuel. En la vecina localidad de Zarautz, los operarios trabajaron a destajo para dejar la arena libre de 5.170 kilos de residuos impregnados de hidrocarburo. Vizcaya resultó afectada en menor medida -en total se retiraron 1.445 kilos-, si bien fue en esta provincia donde se izaron las dos únicas banderas rojas por la presencia de fuel (Bakio y Laida). Los expertos anuncian para la próxima semana vientos del noroeste que favorecerán la llegada de más fuel a los arenales vascos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2003