La Comisión Europea ha decidido retirar a tres de sus funcionarios que se encontraban en Bagdad desde hace poco tiempo para evaluar sobre el terreno las necesidades de ayuda con vistas a la conferencia de donantes que se celebrará en España el próximo octubre.
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Un portavoz comunitario dijo ayer en Bruselas que la decisión obedece a razones de seguridad tras el atentado contra el edificio de Naciones Unidas del pasado martes. Los funcionarios de la UE trabajaban en la sede, pero no resultaron heridos. Sin embargo, la Comisión Europea continuará representada a través de otros tres funcionarios que trabajan para la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO) en otro local de la capital iraquí. Para el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, la labor de Naciones Unidas es esencial para la reconstrucción de Irak, pero el atentado del martes va dirigido "ante todo contra el futuro" del país y "dificultará la capacidad de ayuda de la comunidad internacional".
Por otra parte, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional decidieron ayer suspender temporalmente sus operaciones en Irak, preocupados por la seguridad de su personal, informa France Presse. Ambas instituciones desempeñan un papel clave en la reconstrucción económica del país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2003